Los Mossos d'Esquadra han dado su mayor golpe contra el tráfico de cannabis con la detención de dos personas y la incautación de 950 kilos de hachís y 750 de marihuana, que encontraron ocultos en sobres de preparado de sopa de tomate en una furgoneta abandonada en Tortosa (Tarragona).
    La policía autonómica ha informado hoy de que la droga se encontraba en un vehículo estacionado en la carretera N-340 a su paso por Tortosa, lo que llamó la atención de los Mossos d'Esquadra, que se detuvieron por si sus propietarios precisaban algún tipo de ayuda.
    Al llegar se percataron de que estaba desocupada y después de realizar las pertinentes comprobaciones encontraron en su interior la droga, una parte de ella camuflada en bolsas de preparado de sopa de tomate, mientras que otra parte estaba aún sin envasar.
    "Hay una forma de ocultación pero muchos paquetes estaban sin empaquetar, lo que pretendían era llevar la droga a un sitio seguro porque ya se había actuado sobre la empresa que había realizado el traslado", ha explicado en rueda de prensa Jordi Oller, responsable del Área Central del Crimen Organizado de los Mossos d'Esquadra.
    Además, el material encontrado contaba con un sistema de empaquetado y unos dibujos que hacen suponer que el hachís procede de Irán y no de Marruecos, como es más habitual en España.
    "Esto nos hace pensar que esta gente estaba intentando abrir una nueva ruta de entrada de droga al continente europeo", ha apuntado Oller.
    La investigación que se abrió a raíz del hallazgo permitió determinar que una empresa gestionaba la distribución de la droga y se realizaron tres entradas en dos naves y una casa de El Perelló, L'Hospitalet de l'Infant y Cambrils (Tarragona), relacionadas con Isabel B.M., de 53 años y de nacionalidad alemana, que constaba como propietaria titular y que fue detenida.
    En la vivienda de la detenida se encontró un arma de fuego del calibre 9 mm, varios ordenadores portátiles, documentación varia, un maletín con dos teléfonos satélites, tres GPS marítimos y un equipo de comunicaciones con radiofrecuencia.
    La investigación también estableció el vínculo de la detenida con Erich B., de 53 años y también de nacionalidad alemana, que habría mantenido contactos internacionales con varios narcotraficantes a quienes proporcionaba la logística necesaria para introducir la droga en la Península Ibérica.
    Así, este detenido proporcionaría un sistema de transporte vía terrestre o marítimo usando varias de sus empresas como tapadera, y embarcaciones recreativas de gran potencia para posteriormente trasladar la droga por tierra bajo la apariencia de una carga legal con relación directa con empresas pantalla.
    Se da la circunstancia de que esta persona se encuentra en prisión a raíz de una investigación anterior también vinculada con la presente, que ya ha sido dada por finalizada.