Con las localidades agotadas desde hacía semanas, Placido Domingo regresaba el lunes al Festival Castell de Peralada, el mismo que él tanto ayudó a consolidar en sus comienzos hace un cuarto de siglo. Lo hizo con un concierto inolvidable que acabó con todo el público en pie ovacionando a este rara avis de la música internacional. El cantante madrileño, generoso como siempre, desgranó lo mejor de su repertorio contando con cómplices felices, desde una bailaora extraordinaria a unos mimbres de lujo como son la Orquestra de la Comunitat Valenciana, bajo la batuta de Jesús López Cobos.
En todo cas...