Opinión
El título de este escrito no es el de una película de risa, como aquellas de los años 80 tipo "Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón", ni de una comedia surrealista. Podría ser más bien el título de algún sesudo estudio donde pudiéramos probar científicamente por algún método estadístico la relación estrecha entre la "tontura" de los delincuentes, la "listura" de los gobernantes elegidos por el pueblo y la idoneidad de los que son cooptados (vamos, puesto a dedo) por esos elegidos por los ciudadanos. Elegidos de entre los miembros, amigos o familiares de un partido político que no siempre, normalmente casi nunca, han elegido democráticamente (internamente en su partido) a sus representantes. No vamos a hablar de las listas abiertas ni nada parecido, ya eso parece un exceso. Ni de que sean los mejores de su partido los elegidos para representarnos, ya que probablemente alguien diría que es una terrible intromisión en la vida interna de los partidos mayoritarios (PP y PSOE), los únicos que pueden gobernar en España con los datos que siguen dando las encuestas y lo decidido en las urnas por la ciudadanía en los últimos 30 años. Querer esa democracia interna en PP y PSOE no parece plausible en estos momentos, ni realista tampoco.