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El escolta Kobe Bryant, el pívot Andrew Bynum y el alero español Pau Gasol volvieron a encontrar la mejor coordinación y efectividad en el juego de ataque de Los Ángeles Lakers que se impusieron por 101-85 a los Thunder de Oklahoma City.
Esta vez no fue Gasol la gran figura, como sucedió el pasado jueves en su debut ante los Bulls de Chicago, cuando aportó un doble-doble de 24 puntos y 13 rebotes, pero también estuvo presente para ser el complemento perfecto a sus dos compañeros que fueron los líderes encestadores. Bryant consiguió 26 puntos, incluida una canasta espectacular colocado prácticamente por detrás del tablero, siete asistencias, seis rebotes y dos recuperaciones del balón.
Bynum lo apoyó con 25 puntos, nueve rebotes y dos tapones, mientras que Gasol llegó a los 15 puntos para ser los únicos tres jugadores de los Lakers que tuvieron dobles dígitos, mientras que el equipo se quedó con sólo un 40,4 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 14,3 (2-14) de triples. Si acertaron con 19 de 21 tiros de personal y además enfrenten tenían a un rival mucho peor en todos los aspectos del juego. Gasol jugó 29 minutos para anotar 5 de 13 tiros de campo y 5-6 desde la línea de personal, capturó siete rebotes, repartió seis asistencias y puso un tapón.
No hubo historia en un partido que al concluir el primer cuarto los Lakers ya tenían a su favor un parcial de 35-16 para el resto del camino dedicarse a cumplir con el expediente y agradar al mundo de Hollywood. Unos espectadores que dieron por bueno el dinero pagado por su entrada cuando vieron como Bryant anotó una canasta, tipo Larry Bird, con el cuerpo fuera del campo, lograda por Bryant ante el marcaje del novato James Harden. Sin embargo, Bryant sigue sin estar acertado en los triples y a diferencia del porcentaje del 34,1 por ciento que tiene en las 13 temporadas anteriores como profesional, en lo que va de la del 2009-10, sólo ha conseguido 5 triples de 28 intentos, incluidos los dos que falló ante los Thunder.
Todo lo demás ya no tuvo ninguna historia, ni tan siquiera que los Lakers ganaron el undécimo triunfo consecutivo ante los Thunder, antiguos SuperSonics de Seattle, ni que tienen 9-0 esta temporada cuando superan la barrera de los 100 puntos. Los actuales campeones de liga también se pusieron con marca de 10-3, la segunda mejor de la División Pacífico y de la Conferencia Oeste, sólo superada por los Suns de Phoenix (11-3). La marca es inferior a la de 12-1 que tuvieron la pasada temporada en los primeros 13 partidos disputados, pero mejor que la de 8-5 lograda en 1984-85 cuando también llegaron como campeones.
Director: Salvador García Ruiz. Intérpretes: Adriana Ugarte, Nilo Mur y Biel Durán. Guión: Enrique Urbizu a partir de la novela de Almudena Grandes. España, 09. Duración: 80 min. Drama.
En «Soñadores» (2003), Bertolucci desparramó la historia de un trío amoroso que alimenta su vampírica y un poco intelectual atracción erótica desde un piso en el París mutante del 68. Cargada de sexo e ideología, la influencia de aquel filme se intuye en «Castillos de cartón», que, ambientada en la España de los 80, orbita alrededor de otros nexos inusuales: los que unen a María José (una notable Adriana Ugarte), Marcos (Nilo Mur, el actor más débil de la terna) y Jaime (Biel Durán), estudiantes de Bellas Artes (la pintura como el otro gran nexo en común) que intentan espantar sus carencias restregando la piel con otras. Adaptación de la novela escrita por Almudena Grandes, existe una vinculación adictiva entre ellos, que en un cochambroso piso de estudiantes, mientras ven «El desencanto» (Berlotucci estaba al fondo), hablan pomposamente de Goya y, sobre todo, comparten sábanas aun cuando alguien sospeche que todo será para nada, porque la juventud siempre acaba por quedársenos atrás. El que sacrifique una atractiva subtrama apenas entrevista, es decir, la ¿agonizante? relación entre los padres de la chica, lastra un filme caliente y atrevido que a lo mejor acaba como alguien supone. Repito: los años pasan, mal que nos pese.
Gerard Piqué, pieza angular del Barça convertido ya en un referente para la selección española, dejó claro que apostaría con todo por Cesc Fàbregas para que el de Arenys se convirtiera en jugador azulgrana. Cerrado el mercado veraniego ya se habla del 'gunner' para el próximo curso, algo que Piqué no duda en avalar.
En declaraciones a Onda Cero, el central catalán explicó que una medular en 'Can Barça' con Xavi, Iniesta y Cesc "sería estelar". "Mejor no podría ser el centro del campo", apuntó. Y reconoció que "en la selección estamos disfrutando mucho con Cesc".
Hora de renovaciones
Ante su espectacular rendimiento ya le preguntan sobre una futura renovación, algo que Piqué afronta con su proverbial sentido del humor: "Todo el mundo está pasando ahora por la caja... a ver si pasamos pronto". Messi sí tiene su mejora de contrato a punto, algo que Piqué ve lógico: "El mejor jugador del mundo tiene que ser el mejor pagado".
Y por si alguien duda de Ibrahimovic, Piqué considera "normal" que le falten asimilar ciertos automatismos para acoplarse al estilo Barça. "Es normal que Ibrahimovic estuviera algo nervioso. Ha llegado a un club nuevo, ha costado mucho dinero, es una estrella y a un delantero lo que le da moral es marcar goles".
Llega Chygrynskiy
Ambicioso como el que más, ya piensa en el Mundial de Clubs tras conquistar las dos Supercopas, el canterano confía en la rápida adaptación de Chygrynskiy, "un gran jugador", al equipo. "Chygrynskiy es un gran jugador. Si lo han pedido es por algo. Tiene un gran nivel. Si Pep lo ha pedido y se ha esforzado tanto para que venga, es por algo. Se adaptará rápido", sentenció Piqué, que siempre dejó claro que no le asusta la competencia.
Mañana se inicia oficialmente la temporada para el Barça con la disputa de la ida de la Supercopa en San Mamés y Pep Guardiola tendrá los primeros problemas para confeccionar su once. Con Márquez lesionado, Iniesta e Ibrahimovic en la recta final de sus recuperaciones y Henry algo 'tocado', la inoportuna lesión de Messi ha acabado de trastocar los planes del técnico azulgrana. Todavía no está descartado, pero la sobrecarga que se le detectó el pasado jueves en el adductor y en el recto interno de la pierna izquierda harán que la presencia de Messi en San Mamés sea una incógnita hasta última hora. El delantero argentino ya ha mostrado sus deseos por jugar, pero ni el técnico ni los médicos son partidarios de forzar con el crack, con lo que si no lo ven al 100%, preferirán dejarlo en Barcelona.
Por tanto, si Messi no llegara a tiempo para medirse a los leones, su puesto en la derecha del ataque estará reservado a Pedro. El extremo canario, Pichichi de la pretemporada con tres goles junto a Bojan y Jeffren, ya ha sustituido al argentino en más de una ocasión cuando éste ha estado lesionado.
A diferencia de Messi, y pese a arrastrar algunas molestias, la presencia de Henry parece segura. El delantero francés, que se entrenó con normalidad el pasado jueves, completará la tripleta de ataque junto a Pedro y Bojan.
Busquets por Iniesta
Del resto del equipo, la única duda que queda por despejar es saber si Guardiola apostará por Sergio Busquets o Keita en lugar del lesionado Iniesta. A priori, y a tenor de lo visto durante la gira americana, el canterano parte con más opciones que el africano para acompañar a Touré y Xavi en el centro del campo.
Sin dudas en defensa
En la línea que no hay ninguna duda es la defensa. Alves estará en el lateral derecho; con Márquez lesionado, Puyol y Piqué formarán la pareja de centrales, mientras que Abidal ocupará el lateral zurdo.
Después de disponer del día de ayer de fiesta, los jugadores del Barça regresarán esta tarde al trabajo en Sant Joan Despí a partir de las siete. Será la última sesión antes del partido de mañana.
Como la temporada pasada, y siempre que las circunstancias así se lo permitan, Pep Guardiola mantendrá la tónica de viajar el mismo día de partido. En esta ocasión, y teniendo en cuenta que el choque dará inicio a las 22 horas, la expedición azulgrana partirá mañana mismo
