vasija
Opinión

La vasija de Soissons

Cuenta la leyenda que Clovis, rey de los Francos, en una de las batallas contra lo que quedaba del Imperio Romano cerca de Reims, asaltó iglesias y catedrales. El Obispo de Reims, alertado por el pillaje, mandó un emisario con la intención de “salvar los muebles”, pidiéndole al galo un símbolo de acuerdo (posteriormente, Clovis se convertiría al cristianismo) como señal de buena voluntad: una vasija de plata, oro y piedras preciosas. En el momento del reparto, Clovis reclamó para él el preciado jarrón pero se topó con la firme oposición de uno de los jefes de los clanes, que destrozó la vasija, en presencia de todos, antes de tener que entregársela al obispo. Clovis se tragó la afrenta diciéndole: “Acuérdate de la vasija de Soissons”.

"Si la vasija se mantiene intacta, no habrá fuga de material radiactivo"

Japón se esfuerza para impedir que las barras de combustible de dos reactores dañados en el terremoto del viernes en la central de Fukushima Daiichi se sobrecalienten, después de dos liberaciones controladas de radiación a la atmósfera para reducir la presión. El Gobierno ha indicado que el edificio de contención de un reactor corre el riesgo de explotar después de que un estallido volara el techo al día siguiente del terremoto, en este complejo nuclear situado a 240 kilómetros al norte de Tokio.

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