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Gerrans remata una escapada con Vinokourov

Ciclismo

El australiano Simon Gerrans, del Cervélo, conoció la alegría de la huerta al imponerse en Murcia en la décima etapa de la Vuelta, que desde Alicante cubrió un recorrido de 169,5 kilómetros, una jornada de transición que permitió a Alejandro Valverde llegar a casa vestido con el jersey oro, para deleite de sus paisanos.

Gerrans, de 29 años, reciente campeón del Gran Premio de Plouay, no consiguió una victoria cualquiera en la meta de la Avenida de Miguel Indurain. Cuando alzó los brazos imponiéndose en un reducido esprint de cuatro corredores, se unió al club de ciclistas que cuentan en su historial con victorias en las tres grandes. En el Tour ganó en Prato Nevoso (2008) y en el Giro en Madonna de San Luca (2009).

Un esprinter solvente en la montaña. El ciclista de Melbourne fue el más poderoso en la inmensa recta de llegada e impuso su velocidad por delante del canadiense Ryder Hesjedal (Garmin), del danés Jacob Fuglsang (Saxo Bank) y del kazako Alexander Vinokourov, quien reapareció en escena tras su aciago paso por la montaña alicantina. Trató de sorprender a sus compañeros de fuga, pero no mostró su capacidad de antaño. El grupo de los favoritos entró a 3.42 minutos del ganador, por lo que Alejandro Valverde conservó sin problemas el jersey oro.

Sin cambios en la general, en un día de calor, donde se cumplió el guión previsto, el establecido hasta la llegada de la montañas andaluzas. El líder del Caisse D'Epargne saldrá el miércoles camino de Caravaca de la Cruz con 7 segundos de ventaja sobre el australiano Cadel Evans y 36 sobre el holandés Robert Gesink, los inquilinos que componen de momento el podio de la Vuelta.

Vinokourov ya no puede

“Le abrimos paso”, le dice un Policía Nacional a otro en la salida de Alicante. Alejandro Valverde acaba de salir del autobús del Caisse d’Epargne y la multitud no le permite llegar hasta el control de firmas. Un autógrafo, una foto, un beso, una eternidad para llegar al destino.
Son los mayores agobios que tuvo que soportar el líder durante la etapa de ayer. Un camino cómodo hasta su casa, hasta Murcia, donde le esperaba la gente con gritos y pancartas de apoyo. Él, tranquilo. Como su equipo, que sólo se atreve a tensar la punta del pelotón en la subida a la Cresta del Gallo. Valverde tiene que enseñar el maillot a sus paisanos, que vean que es el primero de la general, pero también el líder.
El maillot estaba seguro, por eso no le importó al equipo que dirige Eusebio Unzue que desde el kilómetro diez se marchara un grupo de 19 insurrectos por delante. Con Vinokourov entre ellos. También Juanma Garate, uno de los pocos que puede presumir de haber ganado etapas en las tres grandes. Y el insistente David de la Fuente, que ayer, por fin, tuvo premio y al final de la etapa subió al podio a recibir el maillot de líder de la montaña. Y Simon Gerrans, el rápido australiano del Cervelo que acabó recibiendo el beso de las azafatas.
“He venido para ganar dos o tres etapas”, advertía Vinokourov antes de comenzar la Vuelta. Pero todavía no ha empezado a contar y la paciencia se le acaba. Por eso saltó a todos los ataques que se produjeron cuando se ascendía la Cresta del Gallo, a veinte kilómetros para el final. Se marchó Gerdermann y detrás Beñat Intxausti, al que la desgracia le alcanzó en el descenso. Nada ocurre por casualidad, pero a veces lo parece. Su equipo, el Fuji, tuvo que recurrir al Tas para que le permitieran correr la Vuelta. Y cuando Intxausti le lanzaba hacia su primera victoria en el descenso, pinchó la rueda de atrás y tuvo que hacer equilibrios para no caerse.
Por detrás llegaron Vinokourov, Hesjedal, Fuglsang y Gerrans, sin tiempo para la misericordia. El kazajo se sentía atado, sin ganas de jugarse la victoria acelerando en la última recta. Después de dos años de inactividad, recurrió a la memoria. Se acordó de los tiempos en que la potencia de sus piernas le permitía marcharse de grupitos como el de ayer, con corredores más rápidos pero menos poderosos. “Vinokourov no quería que llegáramos al esprint, por eso ha atacado tanto”, decía Gerrans después de su victoria. “Vino” intentó marcharse en el último kilómetro, pero las fuerzas se le acabaron demasiado pronto. Se sen tía inferior por primera vez en mucho tiempo. Y tenían razón. Ganó Gerrans.

La insistencia de De la Fuente
Si hay una escapada, lo normal es buscar a David de la Fuente. Y se le encuentra. Como ayer. Y como antes de ayer. En las cuestas del Xorret del Catí o en las carreteras menos exigentes que llevaban hasta Murcia. En el Xorret lo intentó, pero se vio devorado por la pendiente, como casi todos. Su momento de gloria fue aparecer en la imagen en que Alejandro Valverde esprinta para conseguir el liderato. Porque fue a él al que robó las bonificaciones del tercer puesto.
Ayer lo intentó otra vez. La competencia era mayor. El lunes eran siete, ayer 19 los escapados. Pero su momento de gloria en Murcia fue de verdad. El cántabro es el nuevo líder de la montaña.
De la Fuente insiste, pero no tanto como el “Malagueta”. José Antonio López Gil, del Andalucía, también fue líder de la montaña. Pero lo suyo son las escapadas planas y sin premio. Nunca ha ganado en la Vuelta. Tampoco lo hará en esta edición. Ayer se marchó para casa.

El factor Vinokourov

Su rendimiento es una incógnita. Su preparación, también. La mentalidad de Alexander Vinokourov es inexcrutable. Hace tres años participó en la Vuelta a España para preparar el Campeonato del Mundo. V

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Vinokourov disputará la Vuelta con el Astaná

Alexandre Vinokourov formalizó ayer su fichaje por el Astaná y disputará la Vuelta a España como líder de este equipo. El ciclista kazajo fue expulsado de Astaná tras su positivo en el Tour de Francia 2007. Cumplida su sanción, Johan Bruyneel se negaba a reintegrarlo en la plantilla. Más tarde exigió a las autoridades kazajas que pagarán el finiquito del año como requisito para aceptar a Vinokourov. Condición que se supone han cumplido.

Vinokourov regresa hoy tras su sanción

Alexandre Vinokourov volverá hoy a la competición en el Criterium de Castillon-la-Bataille (Francia), tras cumplir dos años de sanción por una transfusión de sangre en el Tour de 2007. El kazajo no regresará con los colores del Astaná, el mismo equipo que creó junto a Andrey Kashechkin, con el que dio positivo y con el que quiere disputar la próxima Vuelta. Johan Bruyneel se comprometió a incluirle en el nueve de la formación para la ronda española, pero, como afirmó ayer el jefe de prensa, Philippe Maertens, "las dos partes no han llegado a un acuerdo todavía".
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