- jueves 25 abril 2024
- La alerta saltó a las 4.35 horas, cuando el dueño de un conocido local ubicado en la avenida Juan Pablo II avisó al 112
- Con el apoyo de la Policía Nacional se rodeó el inmueble y se detuvo a los delincuentes cuando salieron por un ventanal con una bolsa en la que llevaban, entre otras cosas, una caja registradora
- El Tribunal de Cuentas critica que muchos informes se limitan a "mencionar la competencia o describir el objeto" o son "sumamente genéricos"
- Las licitaciones para la construcción de 740 nichos en Santa Catalina, la urbanización de dos parcelas en Huerta Téllez, un cerramiento en Hadu, el servicio de alumprado público exterior o la sala de exposiciones de las Murallas, ejemplos
Ni Ibra, que entonces vestía la camiseta del Ajax, ni por supuesto el NAC Breda, que fue el equipo que recibió el gol, olvidarán nunca aquel 22 de agosto de 2004. Hace cinco años, el delantero sueco se sacó de la chistera un tanto de una plasticidad brutal, una combinación de talento y técnica que aún hoy causa furor en Internet. El vídeo figura en el top-five de la lista de los goles más vistos en la red y que encabezan Messi con su diana al Getafe en la Copa del Rey de 2007 y Maradona con aquel que le marcó a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de 1986.
El partido era de Liga y acabó con goleada del Ajax por 2-6. El marcador del Amsterdam Arena iluminaba un 4-1 pero a los locales les parecía poco. Lo intentaban por las bandas pero no daba resultado porque el rival se cerraba muy bien. Harto de no dar con la solución, Ibra se inventó un slalom de otro planeta. Primero, controló el balón superando la entrada de su marcador. Luego dejó pasar al segundo e hizo dos regates al tercero en un espacio muy reducido que le dejó totalmente desconcertado. Tenía posición para disparar pero no le tenía claro. Un nuevo dribling terminó con el cuarto defensor caído en el césped. Le salió al corte un quinto pero tampoco le cerró el paso. Desesperado, el portero salió a tapar todos los huecos que pudo abriendo sus manoplas. Ibra hizo un amago y le regateó firmando su proeza con la zurda. Cerca de 40.000 personas estallaron de júbilo. Una mezcla de entusiasmo enfervorizado y de una absoluta y entregada admiración. Era el 5-1 pero parecía que hubiera sido el primero. Un monumento al buen gusto