El estruendo de dos cazas partía en dos el cielo del Estrecho este mediodía, inquietando a los ceutíes. El vuelo a baja altura de los dos aviones de combate en medio de una crisis con Marruecos parece un mal augurio. Pero nada más lejos de la realidad. Ni el Ejército del Aire vigila el espacio aéreo de Ceuta, ni mucho menos se trata de una incursión de terceros. La realidad es más prosaica.

Se trataba de dos ‘mirlos’, como se conoce en el Ejército del Aire a estos aviones, dos cazas a reacción modelo C-101, un avión de reacción monomotor de ataque ligero fabricado por la compañía española Construcciones Aeronáuticas S.A., y sobrevolaban Ceuta en un vuelo de entrenamiento, explican fuentes de la Comandancia General de Ceuta. 

“Se trata de una colaboración, ya  planificada con anterioridad, con el Ejército del Aire, en la que el Regimiento de Artillería Mixto número 30 de la Comandancia General de Ceuta   completa su adiestramiento dentro de su programa de preparación anual”, aclaran.

En las últimas semanas se han disparado los bulos sobre alrededor de la crisis diplomática entre España y Marruecos, en especial los que daban por hecho un despliegue militar en Ceuta de dimensiones bélicas. Además de los presuntos portaaviones y fragatas que supuestamente había movilizado España alrededor de Ceuta y Melilla, los rumores apuntaban que “diez F-18 y diez F-17 se preparan para sobrevolar el Estrecho de Gibraltar”. Pero, ni el Ejército del Aire tiene ningún avión F-17, ni los F-18 que sí tiene sobrevolaban la ciudad autónoma.

Quienes sí estaban y siguen estando son los efectivos que ya estaban destacados en la ciudad autónoma, y que han servido de refuerzo a los cuerpos de seguridad.