La coalición Caballas ha explicado este miércoles a la ciudadanía y al Gobierno de Vivas cuáles son los pilares de su política económica, esa que Guillermo Martínez caricaturizó ayer como "la cuadratura del círculo" por, según dijo, criticar el endeudamiento, la dependencia de las transferencias estatales y europeas, la venta de Patrimonio y de la subida de impuestos indirectos sin dejar de reivindicar que se mantengan e incluso incrementen los servicios de la Administración.

Desde su paradigma, tal cosa al PP le parece irreal. "No se trata de cuadrar el círculo, sino de cambiar de política para gastar en lo necesario y no en lo superfluo", ha resumido su posición el primer grupo de la oposición en la Asamblea: "Desde Caballlas queremos recortar los gastos en Publicidad, en cargos políticos inútiles, en contratos innecesarios, en subvenciones millonarias, etcétera, porque existe un margen de maniobra suficientemente amplio para gastar mejor sin necesidad de gastar más", ha concretado.

"Caballas no ha propuesto, en ningún caso, una bajada generalizada de impuestos", han replicado los de Mohamed Ali al portavoz gubernamental, al que han explicado que lo que han planteado es "una reforma fiscal integral que suponga una reordenación de la carga fiscal". "Pretendemos", ha ampliado vía comunicado de prensa la coalición, "aliviar la carga impositiva para las economías más modestas e incrementar la de las familias más pudientes mediante supresión de las figuras impositivas (como el impuesto de basuras) que gravan en mayor medida a las economías más débiles en términos proporcionales".

"Exigimos la mejora de los servicios públicos en el marco de una reordenación del gasto público, en el que tenga proridad la inversión en empleo y en protección social", ha completado sobre sus reivindicaciones.

"No estamos conformes con vender patrimonio para pagar deudas"

Para terminar, en relación con la intención del Ejecutivo local de poner en venta el Hotel Tryp, Caballas dicho estar en "disconformidad" con la fórmula de “vender patrimonio para pagar deudas". "Una cosa", han querido distinguir los localistas, "es buscar ingresos complementarios para mantener los servicios y otra muy distinta es vender el patrimonio para rellenar los agujeros negros de una gestión irresponsable e ilegal, que es lo que está sucediendo".

"La venta de patrimonio debe medirse en términos de oportunidad política, y no como un remedio improvisado y atropellado para resolver problemas inmediatos ocasionados irresponsablemente", ha argumentado la formación.

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