Comienza la convivencia de 35 jóvenes en el Campo de Trabajo arqueológico de la Casa de la Juventud


Comienza la convivencia de 35 jóvenes en el Campo de Trabajo arqueológico de la Casa de la Juventud

- Los participantes de distintas autonomías trabajarán hasta final de mes sobre los restos hallados en el yacimiento del Llano de las Damas, entre otras actividades culturales

- “Me gustaría que aprendáis a disfrutar también del trabajo en equipo y aprender de nuestra tierra”, manifiesta la consejera de Educación

La tercera edición del Campo de Trabajo Arqueológico organizada por la Casa de la Juventud ha comenzado este martes en una presentación oficial ante la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu del Olmo en el museo arqueológico de las Murallas Reales. Una experiencia que se alarga del 18 al 19 de agosto y que reúne a 35 jóvenes de Canarias, Mallorca, Asturias, Murcia, Galicia, País Vasco, Extremadura, Valencia, Andalucía…entre los que se encuentran 10 chicos de Ceuta.

Una convivencia que aglomera diferentes actividades culturales entre las que sin duda destaca la que ha servido de perfecta excusa para mover a los organizadores de Juventud y a estos jóvenes de las distintas Comunidades Autónomas. Se trata de exhumar y conocer “los vestigios de un alfar de época meriní hallado en el yacimiento del Llano de las Damas”. Unos restos de la Edad Media del siglo XIII y XIV que irán desenterrando y descubriendo poco a poco para acercarse al mundo de la arqueología y a la historia de Ceuta en una ilación de culturas autóctonas y amistades recién hechas.

Aunque llegaron este lunes, ha sido este martes cuando han empezado a merodear por la ciudad y a descubrir lo que le deparará estos días en lo suponen una serie de actividades culturales “muy demandadas e incluso con listas de espera” entre las plazas repartidas entre las diferentes Comunidades Autónomas a través de la Casa de Juventud, según comenta el coordinador del grupo, Fernando Díaz Muñoz.

La consejera expresa ante los medios que “queremos enseñarles los encantos de nuestra casa y de nuestra tierra en este tiempo que vienen a pasar aquí, que vienen a trabajar sobre todo”. Además de darles la bienvenida a la que ha reiterado que es “vuestra casa”, la miembro del Ejecutivo local ha mostrado interés en que los jóvenes se sientan cómodos y disfruten de su estancia para que “vengan con muchas ganas de volver”.

De hecho, Laura y Marta, dos de los jóvenes, han repetido actividad, “no sé cómo, pero las hemos engañado un poco para volverlas a reclutar”, bromea el coordinador. También se encuentran tres estudiantes del Grado de Historia, de Restauración y, por supuesto, alguno de Arqueología, como la ceutí Cristina Madrigal, con un Máster en Arqueología en la Universidad de Sevilla. Del mismo modo, hay a su vez, algunos estudiantes del bachillerato de Dibujo. Deu comenta al respecto que este año “son muy jóvenes respecto a otros años”.

Para Lucía López, una estudiante de 18 años, del Grado de Derecho y GAP, también de Sevilla, es la primera vez que viene a esta actividad. Recomendada por una amiga, como la gran mayoría de los que están allí. “Nunca había visto la arqueología de tan cerca”, algo de lo que no le cabe duda en tener interés. Además, capta su atención el hecho de poder “conocer a gente de distintas comunidades, que aunque son de España, tienen su propia cultura”.

José Enríquez Fernández, de Ceuta, y Javier Roic, de Valencia, opinan igual. “Es el primer voluntariado que hago y no lo he elegido especialmente por el voluntariado, sino por la experiencia en sí, conocer la arqueología, que es algo que no conozco y me aleja de mi campo, y por conocer a gente”, argumenta el valenciano y estudiante de Matemáticas.

“Me gustaría que, aparte de divertiros y pasarlo bien y hacer las cosas habituales que hacen los jóvenes, está bien que trabajéis y sepáis aprovechar estos días que se ponen a vuestra disposición” con la finalidad de que “aprendáis a disfrutar también todo lo que conlleva el trabajo en equipo y aprender de nuestra tierra, que tiene muchísimos restos arqueológicos y un importante pasado, presente y, esperemos que futuro”, ha declarado la consejera.

Durante estos días, los estudiantes podrán realizar actividades como “el Kayak, por el pantano, ir al Parque Marítimo, hacer visitas culturales como la Basílica y el Museo, a las Murallas Reales, actividad de vela, estaremos con el Club de los Delfines”, detalla Fernando Díaz entre otras, además de conocer la ciudad y, en primer lugar, la actividad arqueológica principal. El grupo cuenta con expertos para tratar un poco la materia que tiene foco central, como un arqueólogo y un historiador, además de contar con monitores y la técnica de la Casa de la Juventud, Eva Rodríguez.

Un yacimiento descubierto por obras

“Con toda certeza, la carretera que se hizo aquí ha roto el yacimiento como se pudo ver en su día. Las construcciones actuales han destruido parte del patrimonio, lo que hace que disminuya la posibilidad de encontrarlo todo”, afirma el arqueólogo del grupo, David Godoy Ruiz. Es conveniente recordar que estos restos arqueológicos, donde se descubrieron muros, suelos, pavimentos y “todo tipo de utensilios cerámicos” junto al hallazgo de tres hornos donde se cocían estas cerámicas, fueron encontrados en la construcción de las carreteras que secciona la calle y que “seccionó al yacimiento” que allí se sitúa, frente al mar del Estrecho en el Llano de las Damas.

El arqueólogo David Godoy así lo ha explicado para rememorar lo sucedido y el motivo por el que esta actividad tuvo lugar. El pavimento, los edificios particulares allí construidos e incluso las palmeras que instalaron en el suelo, son impedimentos que obstaculizan el seguir descubriendo y todo lo que allí debajo puede haber. “Cerámica, utensilios de cocina, casas del hábitat de la época, restos de lo que podría ser un patio o un pasillo, pero aún es pronto para decir eso, solo llevamos trabajando en ello dos años”, asegura Godoy.

Es más, el experto cuenta que uno de los propietarios de una de las viviendas anexas encontró uno de los hornos y ofreció la oportunidad a los arqueólogos de darlo a conocer. “El yacimiento se sabía que existía con la construcción de la calle, pero no es lo mismo un horno que tres, es un aliciente más para poder calibrar la cantidad de cerámica. Podría ser un polígono industrial de la época de hace 3000 años, puesto que aquí estaríamos alejados del centro”, se adentra Gody.

Comienza la convivencia de 35 jóvenes en el Campo de Trabajo arqueológico de la Casa de la Juventud


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