Comparsas

Gran nivel el mostrado en la noche de ayer en el Siete Colinas. Un total de siete agrupaciones competían sobre las tablas, cuatro locales y tres foráneas. Entre las llegadas de fuera destacaron Los Capitales (Cádiz), semifinalista en el concurso gaditano y que estuvieron a punto de entrar en la final, y la también semifinalista en el Falla La Reina (Cádiz), comparsa femenina. Completa el trío foráneo El Ermitaño que llegó desde Algeciras. En lo referente a las comparsas locales, el nivel esgrimido fue netamente superior al año anterior, principalmente en cuanto a afinación.

La comparsa femenina Aunque me llames Loca se presentó en el Siete Colinas, con un tipo de guerreras medievales dispuestas a luchar por Ceuta. Bonitos pasodobles, una comparsa que cada año canta mejor. Justo antes del descanso actuó El Callejón del Lobo una nueva comparsa compuesta por grandes comparsistas que en años anteriores han salido en otras agrupaciones. Se presentaron como carboneros de la carbonería que existía en el callejón del lobo, situados en los primeros años de la posguerra, en aquel mítico lugar que en una época en la que se prohibió el carnaval, las coplas se mantuvieron vivas en el “bache” que en aquella zona regentaba Roque Guerrero. Comparsa con grandes voces, gran afinación, con un gran gusto en la interpretación y con muy buena música y letra. Probablemente el mejor forillo de la noche, el realizado por Papel de Aguas, puesto que representaba a la perfección el callejón y la época. Al principio de la actuación la murga de Paco Sánchez interpretó 'los boquerones y las sardinas' mientras los carboneros realizaban su trabajo.

La Caja de Pandora, se abrió la caja y se desató la tempestad. Los vientos le cantaron a Ceuta, una comparsa eminentemente femenina, que sigue en una gran línea, cantando muy bonito y con buenas letras, que hicieron que el público les aplaudiera con ganas. La Reconquista, la comparsa del mixto, sigue en su línea. Después de este carnaval podemos decir que contamos con dos grandísimas comparsas. Gran puesta en escena, se presentaron como soldados portugueses en la Reconquista de Ceuta, tras el desembarco en las Playas de San Amaro. Poco se puede decir de esta agrupación que no se sepa ya. Muy buenas voces, buena letra y buena música. Un grupo compacto, con experiencia y años cantando juntos. Muy buenos pasodobles, y una gran interpretación. Probablemente uno de los estribillos más bellos de los últimos años. En el pasodoble destaca el final, tras terminar como suelen terminar los pasodobles en alto, lo rematan cantando flojito la primera cuarteta del mismo.

Chirigotas 

Un total de cuatro chirigotas se subieron a las tablas del Siete Colinas. Abrió la velada Los piratas del Caribe, chirigota algecireña que se presentaban como caribeños en busca de una “pureta” para sacarle el dinero. La actuación estuvo muy bien y dejó un buen sabor de boca entre el público. La primera chirigota ceutí en subir al escenario fue la de Josemi Romero, la chirigota de O'Donell, La senda de los elefantes. Una agrupación que cada año se supera, con lo difícil que es eso cuando se tiene un nivel tan alto. Un año más fue la más afinada y la mejor cantada. Se presentaban como obesos en chándal realizando footing por la carretera nueva. Pasodobles de corte clásico, muy bien cantados, destacó el segundo en el que contaban la relación intercultural entre un cristiano y un musulmán desde pequeños “no es mi amigo, es mi hermano”, finalizándolo diciendo que si alguien se mete con su amigo le duele. Pasodoble cantado en primera persona que levantó al público de sus asientos. Cuplés graciosos y popurrí con muchos golpes graciosos en los que dan un repaso a los principales políticos de la ciudad.

La chirigota de Javi Tellez se presentó parodiando a los empleados de Urbaser. Historias de la puta calle. Nasio pa barré. Sin duda alguna la mejor interpretación y la mejor cantada desde que salieran con las plantas a principios de los noventa, la chirigota en activo más veterana del carnaval ceutí. Pasodobles graciosos, cuplés que hicieron soltar alguna que otra carcajada y popurrí en el que no dejaron a títere con cabeza, reivindicando que ahora era su turno, que todo el año los que hablan son los políticos y que ahora les tocaba a ellos. Buen repertorio el escrito por Fernando Serrano que se estrenaba en la categoría. Los poyuelos se presentaron vestidos con el uniforme que llevan en el corredor de la muerte, el forillo un juzgado. Siempre Así se presentaron con actitud revanchista, la presentación con la música de la mítica comparsa de Juan Carlos Aragón Los Condenaos. Criticaron duramente al “gobierno cobarde de una ciudad cobarde” por haberles congelado el premio que ganaron el año pasado tras la polémica suscitada por sus letras. También arremetieron contra la prensa, la radio y la tv, por haberles “echado mierda encima”, especialmente críticos con Carmen Echarri, directora del diario El Faro de Ceuta y con Salvador Jaramillo. Lo más ingenioso fue el estribillo “no soy Martinez Arés, ni el Yuyu, ni Aragón… Pero en la portada del ABC he salío yo”. Mejor cantada que el año anterior, pero siguen teniendo problemas de afinación en determinados momentos de la actuación. En el popurrí dieron un repaso a todo el mundo, especialmente al Gobierno, a Toñi Palomo, a Alí y a Mizzian. 

Cuartetos

Dos cuartetos compitieron por el primer premio. Chanel a los cuatro, el cuarteto algecireño que se presentaba en el Siete Colinas veinticuatro horas después de conquistar el primer premio en el Gran Teatro Falla. Cuarteto muy gracioso que parodiaba a un matrimonio de gitanos, el marido toca el organillo mientras la cabra baila, y el cuarto del grupo, el afilaor. Actuación graciosa con algún que otro guiño a nuetra ciudad, lo cual se agradece de las agrupaciones foráneas “¿Qué sois pareja de hecho?... Nooo, somos pareja del estrecho… yo soy de Ceuta y el de Algeciras”.

El cuarteto de Javi Tellez, se presentó por segundo año. Paco después de estar hospitalizado el carnaval anterior se encuentra entre el cielo y el infierno, decidiéndose para donde ir. Del nicho al cielo hicieron reír al público con chistes eminentemente locales. Demostraron que lo del año anterior no fue fruto del azar, y que esta modalidad tiene futuro en nuestra ciudad.