DESAFÍO DE LOS 300

El triunfo del trabajo en equipo

Salida de los bnomios del II Desafio de los 300, de blanco, el binomio ganad, Vilal Ahmed y Nordim Mohamed, del Grupo de Regulares 54

Regulares volvió a marcar el paso en el II Desafío de los 300. Vilal Ahmed y Nordim Mohamed de Regulares 54, se impusieron en categoría binomios en una hora y  doce minutos y las Viejas Glorias, en este caso civiles, se impusieron en categoría de escuadras.

Sonrisas a cientos en la línea de meta del II Desafío de los 300, en el Patio de Armas de las Murallas Reales. Tras doce kilómetros de obstáculos a cada cual más puñetero, los binomios y escuadras, unidos, como espartanos, o más bien como Hércules, casi siempre de la mano, saltaban la última barrera de fuego para cruzar la meta y siempre, siempre con una enorme sonrisa. La alegría era sin duda el común denominador de una prueba que se disputa en equipos, hermanos desde la salida a la meta.

Una prueba más larga, más dura y más divertida que se disputó a velocidad de crucero. Vilal Ahmed y Nordim Mohamed, del Grupo de Regulares 54 cubrieron los doce kilómetros en una hora y 12 minutos, seguidos de Ilias Lahsen y Daniel Fernández; y César Salguero y Miguel Arroyo, terceros en categoría binomio. En escuadras se impusieron www.viejasglorias.com, seguidos de Greg 52 de Melilla y Eraclea. Primera escuadra femenina: Zumba sport, segunda Espartanas del GRC 54 y tercera Brigadas de Mujeres.

En el resto de categorías Binomio femenino: Primero Zipi y Zape; Binomio mixto: primero Guardia Leónidas; Escuadra mixta: Primera Unidad Logística número 32 Comandancia de Ceuta: Binomio más veterano: Manolillos espartanos, entre los dos 106 años); Escuadra más veterana: Los casi 300, entre todos 282 años; Primer binomio militar: Regulares Ceuta número 54; Primera escuadra militar: Regulares número 52 Melilla.

Una prueba que fue seguida por numeroso público, concentrado en su mayoría en las pruebas de las playas de La Ribera y El Chorrillo y en el patio de armas de las Murallas reales –estos últimos sometidos a una sesión intensiva en bucle de éxitos de reggaetón a todo volumen-. El Levante quiso además apiadarse de público y, sobre todo, participantes y cubrió el cielo y soplo fresco durante toda la prueba. Los participantes, de nuevo, volvieron a pulverizar las previsiones de la organización adelantándose casi una hora al horario calculado, obligando incluso a adelantar la entrega de medallas.