La manifestación estaba encabezada por una pancarta que denunciaba el abandono de la ciudad por parte de las Administraciones, principal demanda de los sindicatos para el 1 de mayo de 2007. El manifiesto leído ante la Delegación del Gobierno, sin presencia del delegado, alertaba del “abandono e indiferencia” de la Administración, que perjudica “muy seriamente el presente y el futuro” de Ceuta. De nuevo, la crisis económica hizo acto de presencia en el discurso reivindicativo.

Los sindicatos mantienen que la situación “sigue cobrándose víctimas masivamente, ante la pasividad de un Gobierno al que no parece importarle nada el sufrimiento de los trabajadores ceutíes”. Y es que tanto el Ejecutivo central como el propio Jenaro García Arreciado fueron víctimas de las críticas de los sindicatos. De nuevo se rememoró la ruptura “unilateral” de la Mesa por la Economía, lo que para CCOO y UGT desbarató “la posibilidad de consensuar una estrategia de reactivación económica”. Crisis económica y paro, una situación en la que los sindicatos asegura no van a “ser cómplices” por lo que van a “elevar la voz para exigir soluciones”.

Medidas que comienzan con la petición de un plan de reactivación económica “que potencie el comercio, implante industrias y fomente el turismo”, el refuerzo del Régimen Económico y Fiscal “consolidando el plus de residencia en el sector privado”, una política enérgica “que erradique el empleo ilegal y favorezca el acceso al mercado laboral a los jóvenes ceutíes” o planes de inversión pública y una ampliación de las políticas activas de empleo “que amortigüen los efectos del recorte de los fondos europeos en un 50 por ciento”. Demandas que se unen a otras ya conocidas como mejoras en sanidad y educación, así como la reivindicación de que Ceuta se convierta en comunidad autónoma, “un derecho constitucional que nos niegan injustamente, condenándonos a una precariedad política que hipoteca nuestro futuro”, según recoge el manifiesto sindical.

El secretario general de UGT, Antonio Gil, mostró su satisfacción con la asistencia, que mejoró las expectativas iniciales. Gil cree que esta afluencia supone una “inyección de moral de cada para futuros 1 de mayo”. El dirigente de UGT consideró que cada día son más las personas que se convencen de la preocupante realidad social de Ceuta, con más de 7.000 parados y “escasas expectativas de futuro”. Antonio Gil recordó también la “nula respuesta” del presidente de la Ciudad para buscar un futuro económico estable, aunque aseguró que actos como el de ayer sirven para tener algo más de optimismo y “cargar las pilas” para futuras reivindicaciones.

El secretario general de Comisiones Obreras, Juan Luis Aróstegui, también alabó la participación, que al igual que en el caso de Antonio Gil situó en una cifra cercana a las 1.000 personas. Aróstegui indicó que en comparación con años anteriores “se trata de un dato elocuente. Parece que los trabajadores y las trabajadoras ceutíes han entendido que es necesario luchar, que nuestra ciudad atraviesa por enormes problemas”. A la hora de buscar culpables, Aróstegui mira tanto al Gobierno de la Ciudad como al de la Nación. El líder sindical acusó a ambos de “convertirse en aliados en contra de los intereses de Ceuta” porque “no hacer nada en momentos de crisis es estar en contra de los trabajadores y las trabajadoras”.

Aróstegui pidió “compromisos, proyectos ambiciosos, implicación, en definitiva una estrategia que en estos momentos no existe”. El líder sindical atacó una vez más a García Arreciado, cuyo “discurso displicente y soberbio” rompió el diálogo social “y desbarató las opciones de consenso y de buscar cualquier estrategia de reactivación económica”, una actitud que produce “seguidismo por parte del presidente de la Ciudad” según Aróstegui. El secretario general de CCOO pidió a los dirigentes que “tomen conciencia” porque los trabajadores “están cansados de esperar, de promesas y de discursos”. Un 1 de mayor que para Aróstegui demuestra que el movimiento sindical en Ceuta es “vivo, pujante, fuerte, influyente y combativo”.