Vivas dice que la Escuela de la Construcción es ejemplo de uso de fondos europeos para toda la UE


Vivas dice que la Escuela de la Construcción es ejemplo de uso de fondos europeos para toda la UE

- La Escuela echó a andar el pasado marzo con 150 alumnos, aunque se espera formar cada año a 270 para facilitar su inserción laboral en el sector

- Ubicado en Loma Margarita, el centro ha tenido un coste de 2,7 millones de euros y el presupuesto para su funcionamiento alcanza los 900.000 euros al año, cantidades de las que la Ciudad aporta un 20%

El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha visitado este jueves junto a su consejero de Economía, Premi Mirchandani, y el gerente de Procesa, José Diestro, la Escuela de la Construcción, un proyecto que según se ha congratulado servirá de ejemplo en el resto de la Unión Europea sobre cómo utilizar de forma complementaria el Fondeo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo y al que se ha referido como una iniciativa "vital" para aprovechar las oportunidades que ofrece este sector, que representa el 11% de la economía de Ceuta.

La actuación persigue capacitar a los parados en esta actividad en el marco de un programa educativo que se adecúa a la demanda del sector, con una oferta de especialización en nueve ámbitos, que van desde la albañilería hasta la limpieza integral de edificios, pasando por las profesiones de ferrallista, yesista, alicatador, electricista y fontanero. Además, hay cursos en convenio con empresas, de los cuales ya se ha desarrollado uno, de gruista.

La Escuela echó a andar el pasado marzo con 150 alumnos, (se espera formar a 270 cada año) que se distribuían a lo largo de los nueve cursos ofertados, que se desarrollan durante un periodo de cinco meses, con una carga lectiva de 465 horas. "La Escuela aporta un valor de formación a los desempleados de la construcción para que aumente su capacitación para lograr una inserción laboral en condiciones de estabilidad", ha resumido el jefe del Gobierno local durante la visita que ha realizado a las instalaciones.

La Escuela, ubicada en Loma Margarita, ha tenido un coste de 2,7 millones de euros y el presupuesto para su funcionamiento alcanza los 900.000 euros. De estas cantidades la Ciudad aporta 540.000 y 180.000 euros, respectivamente, mientras que el resto se financia con fondos comunitarios, la obra a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y la actividad, mediante el Fondo Social Europeo (FSE).

La naturaleza de la iniciativa y la integración en ella de los dos principales fondos europeos (el FEDER, que financia infraestructuras, y el FSE, que sufraga actuaciones como las de la inserción laboral) ha supuesto que la UE se lleve este proyecto para exponerlo como modelo en otras ciudades; un hecho que ha llevado a Vivas a expresar su "satisfacción".

Unas instalaciones vanguardistas

Las instalaciones no solo se ajustan al "importante" fin que persiguen, que no es otro que el empleo y el desarrollo económico de Ceuta, sino que son, en palabras del presidente de la Ciudad, "funcionales, operativas y vanguardistas" tanto en el diseño como en el equipamiento. Se trata de un edificio de tres plantas con una superficie total construida de 1.600 metros cuadrados, que incluye cuatro aulas técnicas para la impartición de clases teóricas, seis talleres prácticos y un patio de unos 400 metros cuadrados para el desarrollo de prácticas.

En el diseño se ha tenido en cuenta la función principal del inmueble y, por tanto, la zona de formación práctica se ha configurado de manera que casi todas las instalaciones de red eléctrica, climatización, contra incendios, fontanería y telefonía están a la vista para que los alumnos se familiaricen con ellas.

Según ha precisado el Gabinete de Comunicación del Ejecutivo de Vivas, el inmueble cuenta con un sistema domótico que, entre otras instalaciones, controla el accionamiento mecánico de las persianas, la intensidad de la luz artificial en aulas y talleres, regula la temperatura del sistema de climatización, el sistema de video vigilancia e, incluso, cuenta con sensores con capacidad de detectar fugas de agua, en cuyo caso el suministro se corta de forma automática si resulta necesario.

Además, el centro formativo se ha diseñado pensando en "un consumo responsable" y, para propiciar el ahorro energético, dispone de lámparas de bajo consumo en la totalidad del interior, grifería temporizadora, sistema inverter (recupera el aire ya climatizado para reinvertirlo al sistema) en los equipos de acondicionamiento climático, y control domótico de la intensidad lumínica artificial a utilizar.

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