Se acabaron las vacaciones de verano para los estudiantes ceutíes de infantil, primaria y secundaria y, con ello, toca volver a las aulas. El curso académico 2022-2023 ha dado comienzo esta misma mañana ajeno a todo tipo de restricciones sanitarias. Atrás queda el popurrí de medidas que han sido la tónica habitual de los dos últimos años, desde las incómodas mascarillas hasta las salidas y accesos escalonados.

Para la tranquilidad y el desahogo de muchos padres, los chavales regresan a sus respectivos centros educativos tras un largo y caluroso verano. En este sentido, las opiniones están divididas: por un lado, muchos estudiantes encaran el inicio del nuevo ciclo escolar con la máxima de las ilusiones; por otro, no son pocos aquellos que, por contra, habrían preferido seguir de vacaciones eternamente. Lo único en lo que todos los niños y niñas coinciden es en que tenían ganas de reencontrarse.

Carmen, alumna de tercero de primaria del Colegio Beatriz de Silva, afronta la vuelta a la rutina con muchas ganas. "Tenía ganas de ver a mis amigas", decía. Aunque aún no sabe quiénes serán sus nuevos profesores, está dispuesta a aprobar todas sus asignaturas: "Quiero sacar un 10 en todo".

Por su parte, Luis, estudiante de sexto curso, es de aquellos a los que no les habría importado demorar el regreso a las aulas (por tiempo indefinido, de hecho). "No me gusta levantarme temprano ni tener que hacer deberes en casa. Prefiero salir con mis amigos o jugar con ellos al ordenador", confesaba.

Además de los propios chiquillos, quienes también vuelven a la rutina son los conserjes, esos cuyo trabajo, a pesar de no verse en muchas ocasiones, es fundamental. Algunos, de hecho, han consagrado casi toda su vida a la profesión, motivo por lo que les acaban cogiendo especial cariño a los estudiantes. "Siempre da gusto volver a ver a todos los niños, saludarlos y que te saluden", comentaba uno de estos trabajadores.

Así, entre contrastes y al son de los resonantes timbres escolares, Ceuta ha inaugurado el nuevo curso académico.