Cuando se abre el telón del salón del actos del IES Siete Colinas el instituto entero se transporta al futuro y al pasado simultáneamente. Frente a los cientos de alumnos que sonríen en sus butacas aparecen los estudiantes que seguirán sus pasos en el siglo XXII, cuando una máquina del tiempo les permitirá entrevistar a Marie Curie.

Así, entre el ayer y el mañana discurre la obra propuesta por los jóvenes ceutíes, quienes gracias a un ambicioso equipo de profesores liderado por el Departamento de Física y Química -con Inmaculada Delgado y Laura Barreda a la cabeza- han llevado sobre las tablas la historia de la pionera en el campo de la radiactividad para conmemorar el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11 de febrero). "Queremos transmitir que las mujeres han marcado una huella muy importante, lo que pasa es que muchas veces son desconocidas", ha explicado María Jesús Fuentes, coordinadora del Plan Lector del IES, convencida de que los estudiantes allí presentes "ya no van a olvidar ese mensaje".

Si bien 'Madame Curie' empieza con un elemento "muy fantástico", este no quita un ápice de realismo a los hechos que suceden en la obra. Relevándose en los papeles de los personajes principales casi medio centenar de alumnos de diferentes cursos del Siete Colinas han abarcado la vida entera de la física y química.

Han comenzado desde su infancia y su adolescencia en la Polonia ocupada, donde vivía junto a sus padres y sus hermanos, en un relato que han intercalado con fotos reales. El trato con su hermana mayor, Bronisława ha acaparado uno de los actos de la obra, en el que al ritmo del clásico francés 'Non, je ne regrette rien' han contado cómo ambas jóvenes lucharon para poder estudiar en la Sorbona de París, donde al contrario que en las instituciones polacas admitían mujeres.

"No lo tuvo nada fácil por ser mujer la mentalidad de la época", ha recordado Dolores Vílchez, pero lo logró: Ganó dos premios Nobel -el de Física compartido con su marido Pierre y el Química en solitario-. Aun más, porque "Marie Curie no es solamente su trabajo, también es su valores".

Su matrimonio, su papel de madre entregada que quiso dar a sus hijas -Irene y Eva- una buena formación o su etapa como viuda han sido otros de los aspectos que han resaltado de la vida personal de la protagonista. Un ciclo que han cerrado con el recibimiento del premio Nobel de Física por parte de su hija Irene. 

"Es un personaje ejemplar desde el punto de vista humano", ha subrayado Vílchez, quien ha hecho hincapié en los " valores de solidaridad, entrega y lucha" que encarnó la científica. Razones por las que "merece la pena dar a conocer este personaje".

Risas, nervios y aplausos han acompañado la representación, en la que estudiantes y profesores han invertido meses de duro trabajo en el que todos han aprendido. "Se nota que tienen ganas y ganas de hacerlo bien", aventuraba Barreda momentos antes de la función. En aquel momento confesaban entre compañeras que "ha sido muy enriquecedor"; satisfechas del trabajo en equipo y de haber conseguido crear una historia fiel a su protagonista mientras trataban de acompasar los ensayos a los exámenes de sus actores mayores.

Ahora los más pequeños del centro ya saben quién fue Marie Curie y conocen "el valor de esta ejemplar mujer", su "humildad" y sus "valores". "A veces corren tiempos en los que es difícil colocar a las personas en su sitio, hay que admirar a quien hay que admirar y nosotras solamente somos servidoras de su legado", ha concluido Fuente.