El Ministerio y la Ciudad evitan participar en el debate sobre la escuela pública propuesto por CCOO

El Ministerio y la Ciudad evitan participar en el debate sobre la escuela pública propuesto por CCOO
Imagen de los participantes en la mesa redonda.

- Gómez, Deu y Salcedo eluden la mesa redonda que iba a reunirles con Aróstegui, Palomo, Mohamed y Santos Guerra en las jornadas 'La escuela pública, la escuela de todos'

- El presidente de la FAMPA afea a PP y PSOE haber favorecido por igual a la Concertada, haber nombrado a directores provinciales "de paso" y haber laminado a quien quiso acabar con los conchabeos en la escolarización


La cita prometía. El director provincial de Educación, Cecilio Gómez; la consejera de Educación, Mabel Deu; el presidente de la Junta de Personal Docente, Juan Luis Aróstegui; su homólogo de la FAMPA, Mustafa Mohamed; y el secretario general de FECCOO, Antonio Palomo. De moderador, el pedagogo progresista Miguel Ángel Santos Guerra, un faro en todo el país cuando de hablar de Educación se trata.

Un cartel de primera era el que auguraban los trípticos de las I Jornadas sobre Servicios Públicos que organiza la Federación de Enseñanza de Comisiones, desde este martes y hasta el jueves, en el IES Almina bajo el título 'La escuela pública, la escuela de todos'. Una oportunidad de primera para escuchar, en un foro apolítico, a quienes temen que la LOMCE arramble con el sistema educativo público español tal y como lo conocemos y quienes defienden que la reforma es justa y necesaria.

Pues no. A última hora se cayeron del cartel los primeros espadas del PP y hasta sus lugartenientes. No compareció Gómez ni Deu, pero la viceconsejera Rocío Salcedo, que escuchó en directo la ponencia inaugural de Santos Guerra, tampoco se sentó en la mesa redonda. El secretario general de la Dirección Provincial la contempló desde las sillas de los oyentes y, al final, con Aróstegui, Palomo, Mohamed, Santos Guerra y un representante estudiantil compareció un inspector, Julio Montes.

El cónclave quedó descafeinado y no porque los presentes no diesen la talla, sino porque básicamente han estado de acuerdo prácticamente en todo. El funcionario ha puesto alguna nota discordante en la dura crítica del resto a los neoliberales y a lo que auguran será el Santo Grial de su ideología, la LOMCE, aunque hasta Montes ha criticado que no haga el énfasis que debiera en la formación permanente del profesorado.

Lo más parecido a un debate crudo lo han protagonizado el presidente de la FAMPA, Mustafa Mohamed, que acusó al PP y al PSOE de haber favorecido por igual a la Concertada, de haber nombrado por igual a directores provinciales "de paso" y de haber laminado a quien se ha esforzado, por ejemplo, por acabar con los conchabeos en la escolarización. Desde abajo, cuando escuchó esas alusiones, el líder del PSOE, José Antonio Carracao, saludó con la mano. Después, rechazó las palabras del representante de las familias del alumnado, insinuó incluso que quizá se las habían pasado a propósito al verle, aplaudió la iniciativa de las Jornadas y cogió la puerta.

En la mesa redonda, los contertulios expusieron, hasta que la discusión derivó a juicio de los presentes en exceso hacia lo político, cuando comenzó una desbandada de asistentes, sus reflexiones sobre la necesidad de considerar la Educación como algo más que una "mercancía" susceptible de ser sometida a los rigores de la economía y el mercado.

También se debatió sobre la necesidad de profundizar en la escolarización temprana para atajar el fracaso escolar y en los déficits de la Educación Compensatoria, así como en la conveniencia de reflexionar sobre la formación del colectivo docente. Ahí apareció el ejemplo de los países que exigen a quienes van a dedicarse a la docencia la mayor capacidad y la mayor devoción por el oficio, algo que a juicio de los presentes no se pide en España.

Para Aróstegui, ahí, en cómo se forma a los que luego forman, está "el meollo" de la cuestión, aunque para su pesar "el PP está frivolizando con el asunto". El presidente de la Junta de Personal advirtió, además, de los graves riesgos que, a su juicio, conlleva la aprobación de una Ley, la LOMCE, que hará de España "no un país clasista, sino directamente fascista, volviendo a una escuela para ricos y otra para pobres como la de hace 40 años".

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