Educar en derechos básicos también puede ser divertido. La céntrica plaza Nelson Mandela se ha convertido en la mañana de este lunes en un improvisado patio de recreo en el que doscientos de niños de tercero de primaria han participado en actividades lúdicas con motivo del Día Internacional de la Infancia.

Carreras de sacos “a lo bestia”, a lo grande; comba con maromas (cuerdas de gran tamaño) y actividades con aros en las que los pequeños han tenido que sumar fuerzas para lograr sus objetivos han sido las propuestas de Educa-Dor, la empresa contratada por la Consejería de Educación, Cultura, Juventud y Deportes para llevar a cabo la iniciativa.

Su gerente, José Ángel Rivas, ha explicado que a lo largo de los años se han desarrollado diferentes tipos de talleres, cada uno de ellos enfocado a un derecho de la infancia: a la educación, a la igualdad, a la salud… sin embargo, este año han preferido centrarse en el derecho a jugar, para el que han apostado por una actividad más dinámica.

“Los hemos sacado de las aulas para que puedan divertirse y pasarlo bien”, ha  comentado Rivas entre las risas y gritos de los infantes, a los que ha animado a no competir entre ellos, sino a “colaborar en grupo para superar los retos propuestos”.

Casi una excusa para animar a los pequeños a reflexionar.

Los alumnos de los CEIP Ortega y Gasset, Ciudad de Ceuta, Santa Amelia, Pablo Ruiz Picasso, Rosalía de Castro, José Acosta y Severo Ochoa han inaugurado estas jornadas, que se alargarán hasta el miércoles.

Será entoncer el turno de divertirse de los estudiantes de los CEIP Príncipe Felipe, Federico García Lorca, Maestro José Acosta, San Agustín, Juan Carlos I, San Antonio, Lope de Vega y Beatriz de Silva.

Antes, el martes, se estrenará la obra ‘Una corona muy especial’ en el Revellín. Una representación con el derecho de los niños a tener un nombre como temática principal.