"Queremos que se estudie de nuevo nuestro caso, que se considere la pobreza de nuestro país y las penurias pasadas en el viaje que dura cuatro años", ha explicado Mohamed Elahi en nombre de sus compatriotas, reunidos en la Parroquia de San Carlos Borromeo, de la localidad madrileña de Entrevías.

Detrás de él, doce hombres portaban carteles con lemas como "Ceuta y Melilla son una prisión"; "Llevo 11 meses en el monte" o "No me deporten ahora".

El crucifijo de la parroquia había sido cubierto para la ocasión con una gran pancarta en la que se podía leer "Tres años esperando; deportación no es solución".

Otro de los participantes en la conferencia de prensa, Daniel Polo, de la Asociación Ferrocarril Clandestino que ayuda a inmigrantes ha leído una carta en la que uno de los bangladeshíes de Ceuta explica su periplo de 4 años para llegar a España y cómo, después de tres años en el CETI, ha huido al monte para no ser deportado.

Polo ha denunciado el "limbo jurídico" en que se encuentran los acogidos en los CETI de las dos ciudades autónomas, donde la estancia máxima es en teoría de un año y hay personas que llevan viviendo tres o más a la espera de que las autoridades tomen una decisión sobre sus vidas.

Esta tarde, las asociaciones de bangladeshíes protestarán en la Plaza de España de Madrid y la Plaza de la Universidad de Barcelona, convocados por las asociaciones Valiente Bangla, Centro Cultural Bangladesh de Santa Coloma, Asosiació Papers i Drets per Tothom (Papeles y Derechos para todos) y Ferrocarril Clandestino.

Desde hace algo más de un mes los inmigrantes Hindúes de Ceuta han recogido practicamente un millar de firmas entre la población ceutí para solicitar no ser deportados.

En la mayoría de los casos estos inmigrantes llevan casi un año viviendo en el monte y contando sólo con el apoyo de tres o cuatro ceutíes que les prestan ayuda dándoles ropa y comida.