El consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yamal Dris, y la directora general de Medio Ambiente, Carmen González, han presentado este miércoles las nuevas adquisiciones de la empresa municipal Acemsa. Se trata de 4 vehículos eléctricos, enchufables, con sus dos correspondientes puntos de carga frente a la oficina de la empresa. Todo ha salido por unos 93.000 euros con una cofinanciación de 16.000 euros con cargo al Plan Moves III (abierto hasta final del próximo año también para ciudadanía particular y empresas). Con ello esperan ahorrar unas 13 toneladas de CO2 a la atmósfera ceutí y contribuir así a que todos respiremos mejor, según ha explicado González.

Es en realidad “la segunda fase” del plan que tiene en marcha la Consejería que dirige Dris “para cambiar la flota de vehículos a vehículos eléctricos”. No sólo de Acemsa sino de todo el parque móvil de la Administración Local.

Ese Plan Moves III va con cargo al Plan de Recuperación estatal y estará vigente hasta finales, 31 de diciembre, de 2023, según ha explicado la directora general. A esta iniciativa se pueden acoger tanto los particulares como las empresas de Ceuta para “la adquisición de vehículos de energías alternativas, ya sean híbridos enchufables o híbridos puros y la adquisición de puntos de recarga. Es muy importante que los ciudadanos que estén interesados en incrementar la sostenibilidad en su movilidad conozcan esta convocatoria”, ha destacado González.

Tras estos 4 vehículos que ya lucen frente Acemsa se prevé licitar la compra de otros 12 coches eléctricos para el parque institucional de la Ciudad Autónoma este mismo 2022 y el resto de sociedades van a seguir el mismo camino. 

El objetivo es contaminar menos, pero González también ha apuntado que en los estudios que se hicieron con la primera adquisición de vehículos eléctricos, allá por 2018, cuando la Ciudad entonces adquirió 2 furgonetas y tres utilitarios enchufables, el ahorro económico en combustible rondó el 60 por ciento. Estudios que han quedado obsoletos por la volátil coyuntura que vive el mercado energético en general, pero que antes o después se estabilizará y volverá a situar al consumidor ante la disyuntiva de desembarcar ya en el futuro verde o dejarlo para luego, sabiendo que en realidad, son todo ventajas.