Los bañistas que disfrutaban de una tarde de poniente en Calamocarro se han encontrado con una tragedia en la playa. Una hembra de delfín se acercaba hasta la orilla para depositar a sus dos crías muertas, quedando varada en su empeño de no alejarse de sus pequeños.

Alertados por los testigos presenciales, efectivos de la Guardia Civil y miembros del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM) han acudido al lugar para hacerse cargo del animal, desorientado por la pena. Allí,  varios voluntarios, y en especial el personal del servicio de retirada de animales de Atisa, trataban de evitar que el delfín quedara encallado de nuevo en las rocas. El animal ha sido finalmente rescatado y trasladado para su recuperación.

El duelo por la pérdida de una cría es un comportamiento habitual en los delfines y no es la primera vez que se ve en Ceuta este verano, según explican testigos presenciales. Esta desgarradora pero tristemente cotidiana escena viene a sumarse a los cinco delfines muertos hallados en la costa de Ceuta solo en el mes de agosto.

La red está llena de testimonios gráficos de delfines empujando a sus crias y sus prejas durante días e incluso semanas. En un estudio reciente publicado en la revista Zoology, el Dolphin Biology and Conservation en Pordenone (Italia) analizó 78 informes científicos de 1970 a 2016 sobre este tipo de reacciones, concluyendo que solo 20 de las 88 especies de cetáceos presentan este tipo de comportamiento de duelo y todas salvo una, la ballena jorobada, eran delfines.