Esta mañana, la playa de San Amaro ha vuelto a ser escenario de una nueva liberación de tortugas marinas. De nuevo, al igual que ocurriera hace dos semanas, dos ejemplares de tortuga boba han sido devueltos a su medio natural luego de pasar algo más de veinte días en las instalaciones del CECAM. Con ello, la entidad continúa liberando espacio en sus instalaciones, donde, en este momento, ya solo quedan tres animales (los tres, de esta misma especie).

Los ejemplares soltados el día de hoy fueron rescatados en la playa de la Almadraba. El motivo del rescate fue, como siempre, la denominada "flotabilidad negativa", un efecto derivado de la ingesta de plástico por el que las tortugas tienen serias dificultades para zambullirse en el agua, algo que, en muchos casos, les acaba produciendo la muerte.

En lo que a características físicas se refiere, el primero de los animales liberados contaba con un peso aproximado de 58 kilogramos; el segundo, por su parte, rondaba los 70 kilos. Por tal motivo, ambos han tenido que ser transportados hasta la orilla de la playa por dos voluntarios de manera simultánea.

En esta ocasión, alrededor de medio centenar de curiosos -frente a los veinte de la última vez- han querido ser testigos directos de tan particular acontecimiento. En este sentido, cabe destacar la activa presencia de niños, quienes han tenido la oportunidad de ver y acariciar a las tortugas antes de que fueran puestas en libertad.

Manuel Toledo, uno de los tres voluntarios del CECAM personados en el lugar, ha hablado a los jóvenes sobre la importancia de reciclar y cuidar el medioambiente a fin de garantizar la supervivencia y el bienestar de la fauna marina. Del mismo modo, Toledo ha aprovechado la ocasión para volver a insistir a las autoridades sobre la necesidad de sustituir las actuales instalaciones del CECAM por unas más modernas y mejor equipadas.