
La educación ceutí no desiste en su incansable lucha contra el cambio climático. Lejos de hacerlo, la causa cuenta cada vez con más adeptos dispuestos a darlo todo por el planeta. La última incorporación ha sido la del Mare Nostrum, cuya contribución en el 'frente de batalla' constituirá, a buen seguro, un enorme paso de gigante en lo que respecta a la consecución de una Ceuta sostenible.

Alrededor de un treintena de alumnos de sexto de primaria del referido centro han presentado este lunes -bajo la tutela de varios profesores- su particular proyecto de acción climática, enmarcado este dentro de la denominada 'Agenda 2030'.

Los pupilos han sido recibidos con honores por Juan Vivas y Carlos Rontomé en el Salón del Trono del Palacio Autonómico. Allí, en el interior del consistorio, hasta nueve escolares han tomado la palabra para dar a conocer los objetivos que ellos mismos y sus compañeros se han propuesto materializar a medio plazo; también, para mencionar algunas de las 'conquistas' logradas hasta el momento, a saber: encuestas, cuestionarios, mesas redondas, apadrinamientos de animales...

Finalizada la exposición, Vivas se ha deshecho en elogios con los presentes. El presidente se ha mostrado gratamente sorprendido "por dos motivos": por un lado, porque el suceso en sí "demuestra -a su juicio- que Ceuta cuenta con una educación de calidad"; por otro, porque "tenemos unos alumnos de extraordinario nivel".

El jefe del Ejecutivo ha alabado, entre otros menesteres, la metodología empleada por los chavales para llegar a las tesis formuladas. "Estáis en formación, pero habéis demostrado un comportamiento de personas adultas", decía, a lo que agregaba: "Con chicos y chicas como vosotros, el futuro de Ceuta está más que garantizado".

Antes de la correspondiente 'foto de familia', el propio Vivas ha firmado un documento por el que la Administración local ha adquirido el compromiso de colaborar con el liceo en materia de sostenibilidad. El presidente ha escenificado la ratificación del pacto con un apretón de manos con el delegado de la clase, Jesús. Acto seguido, el joven ha obsequiado a su hoy homólogo gubernamental con una agenda y una taza de porcelana. "Me vendrá muy bien para tomarme mis tres tés diarios", bromeaba el mandatario, que aseguraba no haber firmado "nunca" algo tan importante como el proyecto del Mare Nostrum.
