Sí, ha vuelto a pasar (por enésima ocasión, de hecho): los vecinos de El Gallo han vuelto a ser testigos de un reventón en una de las tuberías que abastece de agua a la barriada en lo que ya se ha convertido en la tónica habitual de quienes allí residen.

El suceso se ha producido en torno a las 7 de la mañana de este mismo miércoles preprimaveral. La presión del tubo de servicio que discurre por la calle Bentolila ha provocado, incluso, que el pavimento se resquebrajase. "Sonó como un terremoto", aseguraba un lugareño.

Quienes más han pagado el pato han sido los inquilinos de tres viviendas concretas de la zona. Estas, al estar soterradas y ubicadas en el tramo más bajo de una cuesta, han quedado completamente anegadas. "Salía agua hasta por los enchufes", relataba una vecina.

Los desperfectos, claro está, se cuentan por decenas. Colchones, sofás, muebles, ropa, zapatos... Todo lo que estuviera a ras de suelo ha quedado completamente mojado. La ocupante de una de las casas afectadas por la coyuntura no se atrevía, siquiera, a comprobar si sus electrodomésticos -parcialmente sumergidos en un charco- aún funcionaban por miedo a un posible choque eléctrico.

Según exponía otro residente, tras dar parte de lo sucedido, los servicios de emergencia tardaron "más de una hora y media" en personarse el lugar. Una vez en la barriada, Bomberos procedió a cerrar la llave de paso del suministro para que el agua dejara de correr a borbotones como si de un torrente se tratase.

Los lugareños están al borde de la desesperación. "En los diecisiete años que llevo viviendo aquí, es la séptima o la octava vez que sucede algo así; es verdaderamente infrahumano", explicaba una veterana vecina. "Nos indemnizarán con 500 o 600 euros, como hacen siempre, y a correr", se quejaba.

Al parecer, ACEMSA habría trasladado a los representantes de la barriada que la problemática "no tiene arreglo". "Nos dicen que tienen que cambiar todas las cañerías y que no hay dinero para hacerlo", revelaba la misma vecina. "Me gustaría ver qué harían si esto mismo pasara en el centro", añadía.

La empresa municipal ha cavado una zanja para, a duras penas, remendar la tubería que ha estallado. La solución no constituye más que un simple parche, por lo que este mismo episodio volverá a repetirse, a buen seguro, de aquí a poco.