CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE DE SERVICIOS URBANOS

Yamal Dris: “En diez años Ceuta puede estar usando energía limpia casi al cien por cien”

Yamal Dris: “En diez años Ceuta puede estar usando energía limpia casi al cien por cien”
Bicicletas eléctricas de alquiler
Bicicletas eléctricas de alquiler

España tiene su primera ley para combatir el cambio climático y paliar sus consecuencias. El Pleno del Congreso dio luz verde el jueves al último trámite parlamentario de la “ley que el país necesita y que se había postergado demasiado tiempo”, defendía la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. “Nuestra generación tiene la gran obligación de afrontar el cambio climático. No queremos dejar un modelo de crecimiento insostenible abocado al colapso”.

Una norma que marca como objetivo principal que las emisiones de CO2 en 2050 no superen la capacidad de absorberlo para que España sea "climáticamente neutra”, lo que supone rebajar la liberación de gases, producir toda la electricidad de manera limpia y demandar menos energía. Pero hay otras obligaciones, que afectan directamente a las ciudades, que entran en vigor mucho antes, en 2023 y que exigen delimitar zonas de bajas emisiones en todas las ciudades; la obligación de desarrollar estrategias de conservación y mejora de zonas protegidas o el necesario impulso de la movilidad sostenible.

En vísperas de la aprobación de esta Ley de Cambio Climático y Transición Energética, Ceuta al Día se sentó con el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Ceuta, Yamal Dris, para analizar la situación de la ciudad autónoma ante el reto que se le plantea: ser cien por cien sostenible en treinta años. “Parece que 2050 está lejos, pero no es así”, avisa Dris.

El primer paso será la creación de una zona de bajas emisiones (ZBE) en ciudades de más de 50.000 habitantes, una obligación que afecta a 149 localidades en toda España, entre ellas Ceuta, y que ha ser una realidad en 2023, en 19 meses y quince días.

Zonas de bajas emisiones

El primer paso será la creación de una zona de bajas emisiones (ZBE) en ciudades de más de 50.000 habitantes, una obligación que afecta a 149 localidades en toda España, entre ellas Ceuta, y que ha ser una realidad en 2023, en 19 meses y quince días. Las ZBE son áreas en las que el acceso a determinados vehículos está restringido debido a sus emisiones, es decir, son medidas pensadas para mejorar la calidad del aire. Se circunscriben a un área amplia dentro de la ciudad, o incluso a la ciudad entera, y permiten la entrada a los vehículos que cumplen con los mejores estándares de emisiones. Algunas ciudades, como Milán, prevén restricciones mayores a medida que hay disponibles en el mercado vehículos con dichos estándares de homologación, llegando a prever el fin de la entrada de los diésel. Madrid propone la restricción de la libre circulación a los vehículos que no sean de residentes o 0 emisiones, aunque lo aplica a un área pequeña.

“En relación a las zonas de bajas emisiones ya se presentó ante el Ministerio de medio ambiente y transición energética una manifestación de interés para efectuar una inversión con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Europeo para la implantación de plataformas ecológicas para la gestión de movilidad sostenible y zonas de bajas emisiones. El sistema propuesto permitiría gestionar las zonas de bajas emisiones, aplicar y medir el efecto de estrategias de restricción de acceso, así como la utilización de modelos de calidad del aire avanzados que permiten activar las medidas de restricción de manera automatizada, aunque aún quedan por definir y delimitar estas zonas de bajas emisiones por parte de los técnicos de la consejería”.

Una medida que en el caso de Ceuta es un quebradero de cabeza —“esto es muy pequeño”, suscribe Dris— y solo queda un año y medio para que sea una obligación. “Es verdad que en Ceuta es difícil, pero ya se estaba haciendo. Hicimos la estación de calidad del aire para ir marcando las zonas y se está avanzando en este tema con los técnicos de Obimaasa y los de la propia Consejería. Ya hemos hablado con el Ministerio para ver qué zona puede ser. La inversión es casi de un millón de euros y tenemos incluso un contrato externo de asistencia para que nos echara un cable y ya está muy avanzado”. 

“El centro está cada vez más peatonalizado, esta zona, Gran Vía, vamos a tratar de dejarla como está  y la parte de la iglesia de Los Remedios hasta la Plaza Azcárate se va a peatonalizar casi entera, salvo los tramos en los que se cortaría la circulación, habría zonas por las que tendrán pasar los vehículos y vamos intentar también llevarlo a cabo también en las zonas aledañas en las que no cause mucho problema al tráfico e intentaremos que la zona centro quede lo más aliviada posible”

Dris apunta además que la ciudad tiene ya parte del trabajo hecho y otra parte ya planteado. “El centro está cada vez más peatonalizado, esta zona, Gran Vía, vamos a tratar de dejarla como está  y la parte de la iglesia de Los Remedios hasta la Plaza Azcárate se va a peatonalizar casi entera, salvo los tramos en los que se cortaría la circulación, habría zonas por las que tendrán pasar los vehículos y vamos intentar también llevarlo a cabo también en las zonas aledañas en las que no cause mucho problema al tráfico e intentaremos que la zona centro quede lo más aliviada posible de tráfico”.

Esos son los planes, la realidad es otra: “Pero los técnicos en Ceuta se encuentran con la dificultad de ver dónde ponemos el tráfico. Es muy difícil y hay muchos coches en Ceuta”, lamenta el consejero de Medio Ambiente. Dris pone el dedo en la llaga de uno de los puntos débiles de la ciudad autónoma: la alta densidad del parque móvil. En Ceuta hay más vehículos que hogares: son 479,1 turismos por cada mil habitantes (40.703 vehículos privados registrados), lo que equivale a 1,5 coches por cada hogar, según datos de 2019 del informe ‘Energía y Ciudades del Club Español de la Energía’, de Endesa. Una media de la que es buen ejemplo el propio consejero que confiesa tener dos coches y dos motocicletas en su núcleo familiar, una media muy habitual en Ceuta.

Yamal Dris

Movilidad sostenible

El consejero admite que el primer esfuerzo debe venir por la concienciación y por una apuesta por el vehículo eléctrico. En este aspecto estamos tratando de potenciar el vehículo eléctrico, ya hay una subvención, muy buena, para el que quiera tener un coche eléctrico pueda tenerlo y si quiere puede tener también un enganche en su casa. Pero es verdad que a la gente le sigue costando mucho todavía”.La Ciudad ha empezado a hacer sus deberes, despacio, eso sí. "Se encuentra en licitación la redacción del plan de movilidad urbana sostenible, y en redacción los proyectos para la instalación de la infraestructura de recarga pública de vehículos eléctricos. Además se han adquirido un total de seis vehículos eléctricos para la flota municipal y están publicadas las convocatorias para el impulso de la movilidad eficiente y sostenible, el programa MOVES". 

La solución puede estar en medios alternativos (y sostenibles) de movilidad urbana, un capítulo en el que Ceuta está notablemente atrasada, sin explorar aún otras formas de moverse por la ciudad que no sean el coche. La estampa cotidiana de la ciudad es casi la del siglo XX, salvo un puñado de ciclistas urbanos y los nuevos patinetes eléctricos. 

El primer paso en este sentido ya lo avanzó en la última sesión plenaria el propio Yamal Dris: un servicio de alquiler de bicicletas eléctricas, inicialmente previsto para zonas neurálgicas como el centro o Hadú. En el último pleno, se aprobó el Plan Director de la Bicicleta para la ciudad, una propuesta vinculada al uso de vehículos de movilidad sostenible y el proceso de cambio cultural y dentro activan los desplazamientos diarios. Tras este acuerdo se redactará y se aprobará dicho plan director y se crearán las infraestructuras necesarias, no obstante ya en febrero de 2016 se aprobó el Plan Carril Bici. “Hay que primero potenciar su uso, hay que darle a la gente la facilidad, la orografía de Ceuta es difícil, pero con unas bicicletas mixtas, que tengan motor, ya es otra cosa. Si la gente lo ve como algo atractivo, de fácil acceso y que sea barato, pienso que irá a más, especialmente entre la gente joven. El punto 1 ya está muy avanzado, que sería el centro, que nos servirá de prueba para ver cómo reacciona la gente”.

No creo que haya aquí peor gente que en Madrid. No son bicicletas normales, llevan un GPS… En Sevilla, en Madrid, las tienen habiendo barrios más conflictivos, por qué no va a funcionar aquí. Si la gente acepta el proyecto irá creciendo, yo espero que sí, no creo que Ceuta sea peor o diferente que otras ciudades”. 

No ha sido el único medio alternativo de movilidad que se ha planteado la Consejería de Medio Ambiente. “Los técnicos rechazaron los patinetes, chocaba con el peatón, la bicicleta es mejor tolerada y lo patinetes van por cualquier sito, los dejas en cualquier parte y era un poco más difícil también para posibles problemas de robos o vandalismo”. 

El posible robo o deterioro de las bicicletas está sobre la mesa, pero no cree Dris que deba ser un obstáculo. “Por eso vamos a hacer una prueba, a ver qué puede pasar, pero esto es como todo, no creo que haya aquí peor gente que en Madrid. No son bicicletas normales, llevan un GPS… En Sevilla, en Madrid, las tienen habiendo barrios más conflictivos, por qué no va a funcionar aquí. Si la gente acepta el proyecto irá creciendo, yo espero que sí, no creo que Ceuta sea peor o diferente que otras ciudades”. 

Carril bici

Pero de poco o nada sirve una bicicleta sin un carril bici. Otra de las promesas muchas veces anunciadas pero que nunca termina de ser una realidad, salvo el discreto tramo entre los jardines de Argentina y la barriada Estación de Ferrocarril. “Con el carril bici nos encontramos con dos problemas, el primero es la orografía del terreno, es criminal, y segundo hay muchas zonas donde las competencias no corresponden a la ciudad, que son de Carreteras o de Costas. Haces tu parte y hay que hablar con el Ministerio para que ellos lo habiliten o que nos permitan hacerlo a nosotros. Por ejemplo, cuando llegas a la Planta Desalinizadora, de ahí en adelante es de Costas , la zona de la frontera, desde el km 0 es de Carreteras. Por la Ciudad no hay problema, nos da igual hacer cien metros que quinientos, pero el problema es otro, es la anchura de las calzadas o que no pertenecen a la Ciudad”.

Una sostenibilidad que “sí o  sí”, promete, tendrá su reflejo en el nuevo pliego de condiciones del servicio público de autobuses. “En el nuevo contrato tiene que ir, sí o sí, tienen que ser vehículos que contaminen mucho menos, porque los que tenemos ahora son de hace muchos años y hay que cambiarlos. Pero en Ceuta, con su orografía, no sé qué vehículo seria el idóneo, pero seguro que tendría que contaminar mucho menos. Algunos, según el circuito, pueden ser eléctricos. No sé las condiciones o la potencia necesarias, pero si hay zonas en las cuales puede ser eléctrico o híbrido, pero que contaminen la mitad, para que vayamos entrando en esta dinámica, ahora mismo todo esta dirigido hacia reducir el consumo de combustibles fósiles”.

Ya estamos trabajando además en los edificios públicos, hay cinco que ya se le va poner placas fotovoltaicas; vamos a estudiar las posibilidades de la energía eólica y la energía maremotriz vamos intentar analizarla para casos cono la planta desalinizadora y el parque marítimo

Energía limpia

La gran meta, fijada en 2050, es la más compleja, la que requiere un mayor esfuerzo: la transición energética. Dentro de 29 años, Ceuta ha de ser sostenible, alimentándose sólo con energía limpia. Pese a las dimensiones del reto, Dris es optimista, por el tamaño y las condiciones de Ceuta, la ciudad puede ser sostenible “en diez años”. La clave de su optimismo está en el cable eléctrico submarino que unirá Ceuta con la Red Eléctrica Española.

“El cable eléctrico le va a dar un gran cambio a Ceuta, toda esa energía es renovable cien por cien, estamos en que sea así, que lo que consumamos en Ceuta venga solo de renovables. Ya estamos trabajando además en los edificios públicos, hay cinco que ya se le va poner placas fotovoltaicas; vamos a estudiar las posibilidades de la energía eólica y la energía maremotriz vamos intentar analizarla para casos cono la planta desalinizadora y el parque marítimo. Intentar que sean autosuficientes y si el consumo es menor se puede volcar a la red”.

Ceuta tiene muchas, muchas carencias y mucho (casi todo) por hacer, admite el consejero de Medio Ambiente, pero tienen una ventaja: su tamaño, que en este caso sí importa. “Es verdad que necesitamos hacer mucho pero también somos una ciudad pequeña y puede ser sostenible en pocos años. Se están haciendo muchos cambios. Yo creo que en diez años Ceuta puede estar usando energía limpia sino al cien por cien, casi. Si nada más que los edificios públicos se autoabastecen, fíjate el consumo que quitamos, tanto desde un punto de vista económico como medioambiental, y cuando llegue el cable, la planta de Endesa va estar por si hubiera un imprevisto”. Además de la instalación de placas fotovoltáicas en edificios públicos la cita trabaja con el IDAE para la próxima convocatoria pública para apoyar inversiones para la instalación de energía fotovoltaica para el autoconsumo en el sector servicios e industria.

La planta diésel de Endesa quedaría solo como ”seguro”, reflexiona Dris, que no se muestra partidario de su desmantelamiento. “Al ser Ceuta una isla energética tenemos que tener un seguro, el cable es perfecto, que además son dos, por si uno falla, pero aún así deberíamos tener un seguro, aunque sí se podrían cambiar los motores de la planta, mantener la planta pero que no contamine tanto”.

"Se están haciendo muchos cambios. Yo creo que en diez años Ceuta puede estar usando energía limpia sino al cien por cien, casi. Si nada más que los edificios públicos se autoabastecen, fíjate el consumo que quitamos, tanto desde un punto de vista económico como medioambiental, y cuando llegue el cable, la planta de Endesa va estar por si hubiera un imprevisto”.

Conservación del patrimonio natural

Ceuta tiene en el capítulo medioambiental muchas asignaturas pendientes, la más triste tal vez es el deterioro de sus zonas naturales, incluidas las áreas protegidas. Lo que la ley contempla, en el plazo de tres años, es elaborar una estrategia específica de conservación y restauración de ecosistemas y especies especialmente sensibles a los efectos del cambio climático y una evaluación de la representatividad a medio y largo plazo de la redes de espacios naturales protegidos y espacios de la Red Natura 2000 en los diferentes escenarios climáticos posibles. Desde el Gobierno explica Dris, se entiende que esta medida sería impulsada por el MITERD con la participación de las comunidades autónomas. "Nosotros deberíamos estudiar nuestra situación, hay criterios y líneas a seguir, para colaborar en este proceso y que se recoja adecuadamente la situación de Ceuta".

Pero los problemas de ceuta en este capítulo son más básicos: la basura, los incendios y dejadez institucional y ciudadana han dejado huellas en ocasiones irreparables y mucho trabajo con hacer. “Este año de pandemia nos ha fastidiado mucho, ha sido en blanco, pero vamos retomar el trabajo e impulsar las zonas verdes, ver los senderos en los que se puede transitar, trazar zonas para bicicletas de montaña, y sobre todo las motos,  porque, por ejemplo, hay zonas en las que teníamos plantones de castaños y las han destrozado. Tenemos que darle un poco a esa zona la relevancia que tiene, pero también hay intentar concienciar la gente, esa basura que está en el monte no va sola, no crece como las plantas”.

Un problema enquistado desde hace muchas décadas, tanto que hay basura con solera, lamenta el consejero. Él mismo pudo comprobarlo cuando se acercó a los trabajos de reforestación con especies autóctonas en García Aldave. “Esta semana estuvimos por allí y cuando hicimos los agujeros para plantar no te imaginas lo que salió, lo que estaba enterrado, hay basura que sale y son marcas de cuando mi bisabuelo, botellas de cristal de Mirinda, que ni sé desde cuando no se venden y mucho cacharro militar, paquetes de comida, hierros, empalizadas….”.

“En el Hacho este fin de semana he dado una vuelta y había latas de refresco enganchadas en los arboles, si es que es más difícil subir ahí que tirarlo a una papelera”.

Basuraleza

Basura que se multiplica por todo el territorio natural de Ceuta, un problema especialmente grave con los escombros y restos de obras. “De verdad sientes impotencia. No paras de limpiar, quitar escombros, va la Policía Local, va la Guardia Civil… Y nada”. Y aquí, mal que nos pese, la responsabilidad esta en el tejado de los ciudadanos, aunque a veces dan ganas de dejar la tarea por imposible: “En el Hacho este fin de semana he dado una vuelta y había latas de refresco enganchadas en los arboles, si es que es más difícil subir ahí que tirarlo a una papelera”.

“Estamos en los colegios con los niños, estamos en haciendo actividades con asociaciones, con la FPAV, intentando que hagan ese llamamiento a la población, pero si no entienden que eso es suyo… Pues  es imposible. Hablas con la gente y te dicen bah, que vengan a recogerlo, que cobran mucho”, lamenta Dris, que cree que, pese a todo, las sanciones no son la solución, al menos no la única solución. “Las sanciones no solucionan nada, hay que sancionar, sí, pero no es la solución. La sanción se multiplicaron sí, pero cuántas personas pillas justo en el momento e el que van andando y tiran la lata de Coca-Cola. ¿Un uno por mil? No es una cosa que cale, debe ser una cosa intermedia, entre la sanción y sobre todo la concienciación que la gente vea que eso es suyo y yo creo que cada vez hay mas gente concienciada”.

Yamal Dris: “En diez años Ceuta puede estar usando energía limpia casi al cien por cien”


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