Los Reyes Magos en tiempos del Covid: una larga cola sustituye a la cabalgata

Una larga cola sustituye a la Cabalgata de Reyes

Estaban todos los ingredientes, no faltaba ni un plato y no fallaron ni los invitados ni los anfitriones… Pero no era un festín como hasta ahora, más bien una degustación. La pandemia todo lo trastoca, todo lo aleja y lo ordena a su gusto, también la Navidad y con ella a quienes ponen el broche final a las fiestas, los tres Reyes Magos de Oriente, que otro año más se han quedado sin cabalgata propiamente dicha. 

Si el año pasado los Reyes Magos hicieron una visita protocolaria, casi furtiva, este año al menos han tenido un amago de cabalgata que la precaución ha dejado en una especie recepción en el Patio de Armas de las Murallas Reales. “Cabalgata estática”, la llaman las autoridades competentes, ajenas al contrasentido del concepto.

Pero, ya saben. Una recepción en Palacio, sea cual sea el palacio, es sinónimo de cola. Y eso es en lo que la pandemia ha convertido la cabalgata de Reyes adaptada a las medidas de precaución necesarias en tiempos de pandemia: una larga cola que atravesaba el Patio de Armas de las Murallas Reales para cruzar el Puente del Cristo hasta la Comandancia, a las puertas de la plaza de África.

Gaspar, Melchor y Baltasar esperaban por ese orden a las familias que pacientemente aguardaban su turno. En el camino, duendes, animadores y el ballet de Rosa Founaud amenizaban el camino. A cambio de quedarse sin cabalgata, en esta ocasión los niños han podido ver de cerca, sin agobios ni empujones a Sus Majestades y recibir de manos de sus pajes un puñado de los 4.500 kilos de caramelos.