Mohamed Ali ha participado este martes en su último Pleno como diputado autonómico. Con la Sesión de control al Ejecutivo de octubre ha puesto punto, final de momento, a su trayectoria política institucional, Llegó y se va joven, lejos todavía de los cincuenta, y lo hace, según consideración casi unánime de quienes son sus compañeros de Cámara, en “su mejor momento” como parlamentario.

El abogado fue elegido por primera vez diputado en los comicios de 2003 al frente de la Unión Demócrata Ceutí (UDCE) y, después de renunciar a incorporarse al PSOE aceptando las ofertas que le han llegado desde Ferraz e incluso de sumarse al Gobierno del PP, sale de la Cámara para ayudar a la “refundación” de Caballas como Ceuta Ya!.

Hace dos meses ya explicó a Ceutaldia.com que "después del varapalo de las últimas elecciones, que no puede discutir nadie, constatamos que el planteamiento original del proyecto político de Caballas no acababa de calar en la ciudadanía y que convenía, sin perder la esencia de la defensa de la multiculturalidad, la diversidad y la españolidad de Ceuta y de todos los ceutíes, que recibiera un impulso nuevo". Su paso a un lado quiere ser un empujón.

Vivas ha aprovechado su discreto adiós desde el micrófono (“esta será mi última intervención”, ha deslizado en un momento) para hacer “una pública manifestación de afecto y consideración personal” al político localista. Si el líder del Ejecutivo local creía, como ha dicho, que “todos los miembros de la Asamblea” compartirían su reconocimiento institucional a “los muchos años dedicados a Ceuta y al interés general de los ceutíes” por Ali, la ultraderecha no ha dejado de decepcionarle.

Vivas le ha agradecido “la consideración que ha tenido conmigo como presidente de la Asamblea y de la Ciudad”. Además, se ha congratulado porque, pese a sus diferencias políticas y sus encontronazos partidistas, “hemos generado una relación de afecto que va a perdurar cualquiera que sea nuestro futuro político”. “Tenemos el mismo amor por Ceuta y por España: gracias por su comportamiento durante estos años en esta Asamblea”, ha añadido en un ejercicio de “pura improvisación” que le ha salido “del corazón”.

La consejera de Hacienda, Kissy Chandiramani, se ha felicitado por tener “el honor” de darle al líder de Caballas “la última réplica” a una de sus interpelaciones, aunque ha advertido que “nunca se puede decir de este agua no beberé” ni que Ali no vaya a regresar nunca al primer plano de la actividad política institucional, que deja con la pena de no haber podido “aclarar” antes en sede judicial que “nunca” cometió ninguno de los delitos que se le imputan en el ‘caso Emvicesa’.

La socialista Elena Mateos, a la que ha correspondido el siguiente turno en el uso de la palabra, ha destacado que “ha sido un placer compartir bancada con usted”. “Muchas gracias por todo lo que he aprendido”.

“No tiene la consideración ni el afecto de toda la Asamblea… Será la suya, porque muchos ceutíes están de enhorabuena porque abandone la política y les damos la enhorabuena a los que le han echado”, ha dejado constancia de su desprecio por el resto de representantes de los ceutíes, a los que ha vuelto a tachar de “promarroquíes y socialcomunistas”, el portavoz de Vox, Carlos Verdejo.

El localista se propone "retomar con fuerza mi profesión de abogado y seguir como militante de base y al servicio de Ceuta para lo que necesite". También seguir luchando, sea cual sea su nueva trinchera, por "hacer pedagogía con todos los ceutíes para ir de la mano y enfrentar el futuro desde la multiculturalidad, pues de ella depende".