105 militantes eligieron a José Antonio Carracao junior como el nuevo Secretario General de un PSOE renacido entre broncas y bochorno. 62 votos a favor por los 42 que obtuvo el candidato alternativo, Juan Hernández, y una abstención. La refundación lejos de servir para cicatrizar heridas las hecho más grandes y generado distancias insalvables que dan al PSOE una estocada de la que tardará mucho tiempo en recuperarse. La pérdida de credibilidad parece garantizada. Más de 30 de los que votaron por Juan Hernández abandonaron la Asamblea tras el recuento lamentando el “pucherazo”, militantes con nombre y propietarios de un sentimiento de vergüenza democrática al que eran ajenos los vencedores, incluido el nuevo secretario general.
Salvador de la Encina el artífice del espectáculo decadente del Hotel Tryp del sábado 13 de diciembre sufrió de una sorpresiva molestia que le impidió dirigirse a los asistentes. “Por diversas causas no puede hablar”, dijo un Enrique Moya al que le costaba articular las frases y poseído por los nervios que oficio el inicio de la ceremonia de refundación y división. No era más que la continuación de las causas extrañas, poco claras y nada explicadas que han rodeado todo este parto. Esas “causas diversas” no tardaron mucho en convertirse en rumores mal intencionados. Unos aseguraban que había estado bebiendo toda la noche (parece poco probable), otros aseguraban que se trataba de un ataque de ansiedad (como si la conciencia de pronto le hubiera golpeado), tampoco se sabe si eso es cierto. No se sabe, imposible afirmar qué le pasó. Igual que los hechos indisciplinados cometidos por los doce que quedaron fuera. “Los que metieron y los que sacaron”, esbozaba una dolida militante tras el recuento en alusión indirecta a los 20 miembros de Juventudes Socialistas que disfrutaron del exclusivo privilegio de poder ser militantes sin figurar en el censo anterior a la disolución. Algunos como José María Guerra, avisaba en una carta “me han afiliado sin que yo lo haya pedido”. Una carta en la que pedía la baja. Para seguir en la línea de falta de diálogo en la que se ha celebrado todo el proceso de crisis y refundación, la palabra fue denegada a los militantes que acudieron a la Asamblea. Sólo la disfrutaron Juan Hernández y José Antonio Carracao, candidatos a la Secretaría General. A puerta cerrada para la prensa hicieron sus discursos. Del de Carracao trascendió que “no iba a abrir el partido a otras siglas porque sería prostituirlo”. Quedaba clara la línea continuista de la labor realizada por Palomo. La misma línea que llevó al PSOE a esta crisis. Cualquier atisbo de autocrítica, análisis de los malos resultados electorales había sido ya sepultado con las exclusiones de doce militantes de peso en su mayoría y anónimos en otros casos. Los mismos que pidieron en privado y en público una reorientación de la estrategia llevada a cabo por el partido. Los doce excluidos han sido el foco de todo el proceso de refundación. Juan Hernández dejaba claro nada más dar la enhorabuena a José Antonio Carracao que “siempre votaré a este partido”, pero que su “única intención al optar a la Secretaría General era restituir a los doce compañeros a los que se había impedido estar en la Asamblea” y que “esperaba haber escuchado en el discurso del otro candidato un gesto hacia ellos que permitiera restituirles, pero lamentablemente no ha sido así”. Por eso anunció que el lunes entregará su carnet de militante para no volver a serlo más. Con él abandonaron la Asamblea otros 30 militantes que le habían apoyado en las urnas. Carracao no dio tregua, lejos de tender puentes hacia la unidad, aprovechó la opinión de Hernández para deslizar el cuchillo verbal. “Hemos ganado por más de 12 votos, por lo tanto tampoco hubiera condicionado el resultado la decisión sobre estos doce militantes. Tener una actitud de abandono no es lo que el partido necesita. No es lo que vamos a pedir”, espetó Carracao. El tono dejaba claro que no era una invitación a continuar en el partido sino un reproche. Aunque después ante los medios y más sosegado, Carracao sí le lanzó una cuerda a Hernández para que no abandone el partido. Pero por si no quedaba lo suficientemente claro, Carracao lanzó el mismo mensaje a su enemigo natural, el PP y al que ha elegido como enemigo antinatural, el Foro por la Izquierda. Foro en el que ha venido participando Mohamed Alí y otros miembros de su partido, Unión Demócrata Ceutí. El mismo partido que pidió a sus votantes que respaldaran a Carracao en las urnas de las Elecciones Generales, los mismos votantes que le permitieron un resultado digno que le ha servido para elevar su imagen y poder ser secretario general del PSOE. Sus palabras: “quiero mandar un mensaje al Partido Popular y al Foro por la Izquierda. El PSOE va a ser el mejor instrumento para cambiar la sociedad de Ceuta, y no van a poder tacharnos más de no ser representativos”. Si a alguien le quedaban dudas de cuál será la acción política que lleve a cabo Carracao, en su discurso tras ser elegido, un agradecimiento sonó por encima de todos los demás. Entre otras cosas por que fue con el que encabezó este capítulo. Carracao se acordó de Toñi Palomo, antes incluso que de su padre. “Gracias a Toñi. Por su valentía de asumir responsabilidades. Gracias porque me enseñó a anteponer el partido a todo y me dio la oportunidad y el privilegio de participar en su equipo y en su Ejecutiva”, aseveró. Carracao se queda con un partido que aún no ha sacado conclusiones sobre el resultado en las elecciones autonómicas que le llevó a esta crisis. Se queda con un partido con 130 militantes (el PSPC tiene más), que deja fuera por “indisciplinados”, aunque no argumenta esta acusación, a doce militantes, muchos de los cuales son cargos de designación directa del partido y eran estrechos y desinteresados colaboradores del grupo parlamentario. Carracao lidera ahora un partido tocado, dividido y camino de una nueva segregación que parece casi inevitable.
Afronta esta etapa con una Ejecutiva formada por Juan Díaz Triano como presidente, Jesús Lopera como secretario de Organización, Milagros García como secretaria de Relaciones Institucionales y Política Autonómica, Samira Mohamed Mohamed como secretaria de Igualdad, José María Más como secretario de Política Económica y Empleo, María del Carmen Ruiz como secretaria de Educación y Bienestar Social, Candelaria Gutierrez como secretaria de Medio Ambiente y Antonio Gros como secretario de Innovación y Nuevas Tecnologías y Formación.