El nuevo proyecto político que, bajo el nombre Ceuta Ya!, saldrá el viernes de la asamblea refundacional de Caballas que a partir de las 18.30 horas se celebrará en la Biblioteca Pública de El Morro, mantendrá viva la llama de la reivindicación de que Ceuta se convierta en Comunidad Autónoma, entre en la Unión Aduanera europea y forme parte esencial y un Tratado de Buena Vecindad entre España y Marruecos, según el documento que Mohamed Mustafa y su equipo someterán a la consideración de los asistentes para fijar los pilares de su línea de acción política.

Su convicción parte de que la “Ceuta del futuro” debe construirse “en torno a tres señas de identidad esenciales: la españolidad, la interculturalidad y la igualdad". Para concretar esos principios considera que es necesario aplicar la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución para que la ciudad se convierta en Comunidad Autónoma y, así, "normalizar nuestra plena integración en la estructura del Estado español” y “eliminar todo atisbo de administración diferenciada que, como sucede ahora, favorece claramente las tesis anexionistas de Marruecos y, con ello, nuestra precariedad institucional y la inestabilidad política".

Ceuta Ya! también seguirá defendiendo que conviene "desplazar el centro de gravedad del contencioso soberanista que mantiene Marruecos hacia el ámbito europeo”, pues "la experiencia ha demostrado que, en el marco de la bilateralidad, la ciudad siempre sale perdiendo”. "La defensa más eficaz de la españolidad de Ceuta pasa por la defensa de nuestro europeísmo, por lo que urge nuestra inmediata inclusión en la Unión Aduanera, ya que la excepcionalidad vigente carece de sentido desde el punto de vista del contexto económico actual y genera una percepción de distanciamiento o exclusión parcial”, entienden sus impulsores.

También insistirá al Gobierno central en que negocie y acuerde un “Tratado de Buena Vecindad” con el país vecino que comprometa al Reino alauita a “respetar la soberanía española sobre Ceuta y Melilla” y a actuar como un “amigo” a la hora de organizar y regular las relaciones entre los diversos agentes transfronterizos en beneficio de ambas partes con el fin de crear una “zona de prosperidad compartida” digna de tal nombre y con “derechos y obligaciones” regulados con claridad.

"Cohesión social", clave interna

En clave interna, los postulados del documento refundacional abogan por que Ceuta pueda ser “una región productiva capaz de generar actividad y empleo en el sector privado de la economía”, algo que pasa por implantar “un modelo económico realista, consolidable y estable” que conjugue de forma “inteligente y eficiente” a los sectores digital, de la construcción, del comercio y del turismo.

“Debemos asumir nuestras limitaciones e identificar bien nuestras posibilidades teniendo en cuenta que es indispensable la regeneración del tejido empresarial local mediante el diseño de planes de desarrollo respaldados institucionalmente para garantizar la productividad de las inversiones”, abunda sin olvidar que el "enorme desfase" existente tras décadas de "abandono" del Estado en infraestructuras y servicios públicos exige saldar una “deuda histórica” que “actúa como un obstáculo insalvable para incorporarnos al nivel de desarrollo del conjunto del país” y que precisa incluir en los Presupuestos Generales del Estado un Plan de Inversiones “que supere esta situación en un periodo razonable”.

Lograrlo es imprescindible para “impulsar un proceso de reequilibrio social” que corrija “décadas de discriminación, marginación y subordinación del colectivo musulmán”. Para Ceuta ya! “no podremos construir una sociedad intercultural e igualitaria si no impulsamos un proceso de reequilibrio social” a través de “una red universal de protección social efectiva que garantice la cobertura de todos los servicios esenciales a toda la población, independientemente de sus circunstancias y su situación administrativa”.