La Ciudad renueva sus convenios con la Pía Unión y la Fundación ANAR por cerca de un millón de euros


La Ciudad renueva sus convenios con la Pía Unión y la Fundación ANAR por cerca de un millón de euros

- La Ciudad Autónoma seguirá disponiendo de 54 plazas en la Residencia de mayores Nazaret con un coste diario por persona de 44 euros

- La Administración local aporta 9.500 euros para el sostenimiento de un número de teléfono (116 111) armonizado europeo y de carácter gratuito dedicado a la atención a la infancia y a la juventud

El Consejo de Gobierno de la Ciudad Autonoma ha aprobado en su reunión ordinaria de esta semana renovar el convenio que mantiene la Administración local con la Pía Unión Fraternidad de Cristo para el funcionamiento de la Residencia de mayores Nazaret. En virtud de este acuerdo, la Ciudad dispone en ese centro privado de 54 plazas que pone gratuitamente a disposición de los demandantes de acuerdo con los criterios establecidos.

Este servicio tiene para las arcas municipales un coste de 812.000 euros (44 por persona y día) y con ese dinero se mantienen 55 puestos de trabajo, según los datos facilitados por el portavoz del Gobierno, Emilio Carreira. El convenio permite "completar la oferta que realiza la Ciudad a través de la Residencia de Mayores Nuestra Señora de África".

El Ejecutivo que preside Juan Vivas también ha dado luz verde a la renovación del convenio con la Fundación ANAR para mantener en funcionamiento en Ceuta el teléfono 116 111, un número de teléfono armonizado europeo y de carácter gratuito dedicado a la atención a la infancia y a la juventud al que Ceuta destina 9.500 euros públicos.

La Fundación ANAR opera en casi todo el territorio nacional prestando este servicio, ideado para que niños y adolescentes puedan expresar problemas de carácter social, psicológico y jurídico o, simplemente, contar aquello que les preocupa.

Se trata de un servicio de carácter gratuito y confidencial que está operativo las 24 horas del día los 365 días del año. Quienes responden son dos psicólogos orientadores con formación complementaria y específica, y además de escuchar, asesoran acerca del problema planteado. En algunos casos, la consulta puede requerir la actuación de trabajadores sociales y abogados y, en otras ocasiones, podrá ser necesaria una intervención o derivar el caso hacia un recurso, la familia en la mayoría de las ocasiones.

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