El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Emilio Carreira, ha comunicado al presidente de la ciudad su deseo de apartarse de la gestión de la comunicación de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Sin que por el momento se sepa quién le va a sustituir.

Entre las competencias que tiene asignadas Carreira desde el inicio de la legislatura están todas las propias de la gestión medio ambiental, entre las que se engloba la recogida de residuos urbanos, la limpieza de las calles, los vertederos o los jardines y playas o también la regulación de la pesca y la caza, o el contrato con las Brigadas Verdes, entre  otras. Además, Carreira también mantiene las competencias en materia de industria y energía o la gestión del denominado ciclo integral del agua.  Y para finalizar el listado ingente de atribuciones delegadas por el presidente en su figura se llevó desde la Consejería de Economía y Hacienda que gestionó durante el tramo final de la pasada legislatura cuatro competencias no exentas de polémica: Comunicación y publicidad institucional, Radio Televisión Ceuta, radiodifusión sonora y la gestión y ejecución de las competencias asignadas a la Ciudad Autónoma de Ceuta en materia de Televisión Digital Terrestre.

Ese es el área, la de comunicación, a la que Carreira habría renunciado y que forzará al presidente Vivas a atribuir a algún otro cargo de su Gobierno. Un área sensible por lo que conlleva lidiar con los medios de comunicación, inmersos en una guerra larvada desde la pasada legislatura.

Una guerra que ha vivido denuncias cruzadas, que salpicaban al Gobierno, entre dos de los editores con más peso de la ciudad, Manuel González Bolorino y Rafael Montero con las licencias de la televisión digital terrestre en el centro de la disputa y que, de momento, ha acabado con Ceuta Televisión sin licencia  para emitir y reclamando que se saque a concurso la que aún está en manos de la Ciudad sin asignar a ningún operador. Todo, denuncias, filtraciones y polémicas sobre los gastos en publicidad, después de que una sentencia judicial le retirara la que había venido disfrutando por un defecto de forma en el concurso, que data de los tiempos de Pedro Gordillo.

Ahora Vivas tiene ante sí una leve reestructuración de su Gobierno después de la que tuvo que acometer de urgencia el pasado mes de febrero tras el estallido del Caso Emvicesa y la detención como investigadas por delitos de prevaricación y falsedad documental de Susana Román y Rabea Mohamed. Entonces resolvió la crisis dando entrada en el Gobierno a Kissy Chandiramani y Javier Celaya, respectivamente. El movimiento provocó otros dos cambios: el hasta entonces jefe de gabinete de Vivas, Juan Manuel Doncel, desembarcó en la convulsa Emvicesa como gerente de la sociedad y Carolina Pérez, que lleva en cargos de responsabilidad desde que Vivas está en política, salvo un paréntesis de unos meses en 2011 por sus declaraciones en el Senado, se fue a la Jefatura de Gabinete. Por el camino y tras el levantamiento del secreto de sumario, otro cargo político más, en este caso un asesor de la veintena que completan el Ejecutivo, Jesús González Barceló, fue cesado de forma fulminante la pasada semana. No es descartable que la renuncia de Carreira sea aprovechada para una nueva reestructuración más a fondo de las competencias Ejecutivas.