En el conocido como ‘Caso Ebania’ la oposición acabó apuntando directamente contra el jefe de gabinete del presidente, Francisco Javier Sánchez Paris. Procesa tuvo que comprar dos veces los muebles para el Conservatorio de la Manzana del Revellín. La primera remesa que no fue del gusto del arquitecto Siza, se compró a la empresa Ebania, por unos 180.000 euros.

Caballas relacionó la operación directamente con Sánchez Paris, a quién acusó de estar detrás de la empresa Ebania, en cuyo capital figuran a medidas una empresa del pueblo jienense de Arjona, cercano a Andújar, localidad en la que Sánchez Paris desarrolló su carrera política con el PSOE, y el empresario local Rafael Atienza.

La actividad principal de Atienza son los seguros, actividad en la que compite con Eduardo Gallardo, hermano del asesor externo del Gobierno, Alberto Gallardo y hombre de confianza de Pedro Gordillo, Alberto Gallardo, quien dice no tener nada que ver con la empresa de su hermano, y que se encargó de filtrar a los sindicatos la información que acabó con José Antonio Rodríguez fuera del Gobierno. Y esa coincidencia hace también sospechar que bien pudiera este episodio haber saltado a la luz pública fruto de esa especie de pugna interna que según los teóricos de la ‘conspiración’ seguirían manteniendo el ex vicepresidente y el presidente.

Del mismo modo muchos han apuntado a que Doncel figura en la lista de objetivos de Gordillo. Sin embargo, los apuros que ha sufrido y el deterioro de su imagen, puesta en cuestión en las últimas semanas, o las peticiones de cese de la oposición poco o nada tendrían que ver con esa hipotética lucha de poder.

Su caso, el caso ‘Ruidos’, y su imputación por un juzgado de Ceuta se deben a la persistencia de un ciudadano que ha luchado en los últimos años por poner solución al insomnio que sufre su mujer a causa del ruido que sale de los bares y las terrazas de la plaza Ricardo Muñoz. Negocios con licencia concedida a pesar de informes contrarios a ella.

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