"Los ceutíes, primero: en acceso a ayudas sociales, a los planes de empleo o cualquier otro servicio público". Así de combativos se han mostrado este miércoles en VOX a escasos doce días de la cita con las urnas. El partido, que se jacta de haber aplicado esa misma máxima "durante toda la legislatura", se vanagloria, ahora, de incluirla en su flamante programa electoral, en el que dice apostar "por dar preferencia a los españoles en paro o en situaciones de exclusión social para el acceso a ayudas o programas de formación o empleo".

VOX defiende que "los ceutíes tienen derecho a trabajar y a desarrollar su vida en su propia tierra". "No es justo que se vean obligados a abandonar la ciudad por la falta de empleo, de salarios dignos o por la creciente inseguridad en sus barrios", dicen los ultraderechistas, que se han comprometido a "dar prioridad nacional en las ayudas y suprimir las subvenciones a las asociaciones que fomenten la inmigración ilegal".

Para Redondo y los suyos, resulta poco menos que inaceptable "ver listados de beneficiarios plagados de 'X' cuando hay familias ceutíes que no tienen ninguna fuente de ingresos y parados que llevan años esperando para poder acceder a un plan de empleo".

Desde el partido, han vuelto a fundamentar su tesis en el manido mantra de la "marroquinización", asumiendo que la circunstancia supone "una muestra más" de ese supuesto proceso de apropiación y/o reconversión.

"Ser ceutí debe servir para algo; no podemos ver cómo la 'X' está sobredimensionada en planes de empleo, formación a parados o ayudas sociales", señala VOX, que no ha dudado en hacerse con la portavocía de (parece) toda la ciudadanía caballa para argumentar que "existe hartazgo", al tiempo que afirma que su "compromiso es con el bienestar de todos los ceutíes". Todos.