“La gente tiene que saber que en la plaza de la Constitución volverá a picarse, volverá a haber ruido porque usted o alguien que usted protege dijo que sí, que se saltaran el PGOU. Díganos quién es el responsable de estes atropello a las arcas públicas de todos los ceutíes”, le ha espetado durante una interpelación en la sesión plenaria de Control al Ejecutivo de este viernes el portavoz de VOX, Carlos Verdejo al consejero de Fomento y Turismo, Alejandro Ramírez.

La ciudadanía ya sabía que en la plaza de la Constitución se ha cometido un atropello al ordenamiento urbanístico gracias a la labor realizada por esos medios de comunicación a los que la formación de Redondo y Verdejo viene señalando y atacando por considerar que están plegados a los intereses del Gobierno, "a las órdenes de Chandiramani", aunque después no tenga reparo en usar su trabajo, nuestro trabajo, el que nos corresponde, ni tan siquiera el que deberían hacer ellos como representantes de los ceutíes con acceso a toda la información pública. Así lo destapó Ceutaactualidad.com el pasado mes de noviembre. Y así preguntó Ceutaaldia.com hace dos semanas al propio Ramírez en una rueda de prensa en la que reconoció que se había cometido “un error”. Uno que costará unos 45.000 euros, dijo Ramírez entonces. El PSOE llevaba en esta misma sesión plenaria otra interpelación en el mismo sentido, que han decidido retirar para no reiterar el contenido de las preguntas al Gobierno.

La interpelación presentada este viernes por VOX ha servido para que Ramírez incremente esa cantidad a 55.000 euros, pero porque la licitación en marcha para devolver la plaza de la Constitución a su estado plenamente peatonal incluirá también la puesta en valor de unos restos arqueológicos aparecidos en el paseo de las Palmeras.

Ramírez también ha aclarado que los trabajos “no son de gran envergadura” y durarán entre unos 20 y 25 días una vez se adjudiquen y se ponga en marcha la obra que a su conclusión, entonces sí, debería haber terminado en agosto, acabarán con los trabajos y “las molestias que supone toda obra en la vía pública a los vecinos y los comerciantes de la zona”, en palabras de Ramírez, en el entorno del Paseo de las Palmeras y la plaza de la Constitución.

Ramírez no ha profundizado demasiado en lo sucedido. El proyecto de remodelación del Paseo de las Palmeras extendió su actuación a la plaza de la Constitución. La idea era asfaltar el carril central de la vía semipeatonal que se había deteriorado de forma notable por el intenso tráfico que soportó durante las obras en Gran Vía y plaza de África, también alargadas mucho más del plazo inicialmente previsto. Se optó por devolver la vía a su estado anterior a la reforma sufrida a principio de los 2000. Lo que no se hizo bien fue incluir en la misma el asfaltado de una parte de la plaza de la Constitución en lo que suponía en realidad abri un nuevo vial al tráfico en una zona considerada como jardín por la reforma del Plan General de Ordenación Urbana que se acometói cuando se remodeló toda la zona hace ya 20 años.

Nadie se percató de eso, se dio luz verde al proyecto. Se licitó la obra. Se adjudicó. Y se iniciaron los trabajos. Hasta que en el mes de julio saltaron las alarmas. La obra entró en paralización entonces hasta analizar la situación y tomar una determinación. No llegó hasta el pasado mes de diciembre cuando el Ejecutivo decidió terminar los trabajos previstos, asfaltando ese tramo de la plaza de la Constitución y anunció a una pregunta de este medio que no pasaría tráfico alguno por esa plaza, tal y como prohibe el ordenamiento urbanístico, un compromiso que ha reiterado estse viernes Ramírez. Y que se trabaja en licitar ya una nueva obra para volver a quitar el asfalto recién puesto y devolver la vía a su aspecto peatonal. Ramírez dijo hace unas semanas que se usarían las losas retiradas del Paseo de las Palmeras, este viernes en su respuesta a Verdejo ya no ha aseverado eso y se ha limitado a aclarar que “se pretende embellecer la zona y hacerla más peatonal”, sin concretar cómo pero poniendo a disposición de VOX el expediente.