Bin Laden


Hay noticias que uno sabe que terminarán ocurriendo, pero que con el tiempo se acaba olvidando que estaba pendiente. Osama Bin Laden y su final era una de esas noticias y un anodino 2 de mayo se ha cerrado la ‘gestalt’ y los Estados Unidos, al cabo de muchos años, han dado con él y [...]

Hay noticias que uno sabe que terminarán ocurriendo, pero que con el tiempo se acaba olvidando que estaba pendiente. Osama Bin Laden y su final era una de esas noticias y un anodino 2 de mayo se ha cerrado la ‘gestalt’ y los Estados Unidos, al cabo de muchos años, han dado con él y lo han matado.

Bin Laden ha sido asesinado, no ejecutado tras un procedimiento legal. Habrá muchos que piensen que lo ordenado por el Presidente Obama es moralmente correcto y otros que mantengan una posición contraria, pero conviene dejar claro qué ha sucedido. En todo caso yo prefiero que esté muerto a vivo.

Naturalmente esta acción tendrá cobertura legal interna en los Estados Unidos, donde nunca es lo mismo lo que se hace dentro del propio territorio a lo que se hace fuera de éste. No en vano los Estados Unidos llevan años manteniendo que están llevando a cabo una guerra contra el terrorismo, de forma que para matar a alguien basta con ser objetivo militar, no estar condenado. De todas formas es un modo de proceder que plantea serias dudas. Y para terminar la gestión de la información creo que está siendo especialmente torpe, aunque explicable.
 
Bin Laden es un símbolo y un líder terrorista. El problema es que su organización no es una organización piramidal, sino que es una red. Las redes no tienen un centro ni una base, de forma que pueden seguir operando aunque se haya cortado alguno de sus nudos. Además el liderazgo era carismático, y esto es lo que ayuda a Occidente, por lo que no cabe una sucesión reglada y si hay sucesión no implica necesariamente que haya una transmisión del ‘poder carismático’.

Hay personas que se sorprenden de que Bin Laden se escondiese en una residencia cerca de la capital pakistaní y no en una desierta cueva en Afganistán. Creo que son los mismos que les gustó esa infame película (El americano) donde un estadounidense se refugia en un pequeño pueblo italiano donde llama más la atención de un flamenco en Pekín. Uno siempre podrá pasar desapercibido entre sus iguales, no en lugares deshabitados donde estar es ya sospechoso.

Ahora nos contarán interesantes historias de inteligencia, comandos, tecnología y tramas que han permitido localizar y dar muerte a Bin Laden. Casi una década han tardado el ejército mejor equipado y la inteligencia mejor del mundo en apresarlo, con lo que la película que Hollywood hará tendrá que encontrar una buena excusa (que lo hará) a tamaña dilación.


Filed under: Afganistán, Ética, Barack H. Obama, Ciencias Políticas, Estados Unidos, Max Weber, Pakistán, Política, Política Internacional, Sociología, Terrorismo
Posted originally: 2011-05-02 21:22:00

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