Los 120 trabajadores de la Audiencia Provincial han protagonizado a mediodía una sonora cacerolada y una pitada contra la bajada de sueldos y contra los recortes que anunció ayer el Gobierno regional de Esperanza Aguirre. La convocatoria, que se ha repetido en todos los centros de trabajo de la región tras un llamamiento de las diversas centrales sindicales, ha supuesto que el tráfico quedara interrumpido en la calle de Santiago de Compostela durante media hora, ya que los empleados no han dejado de pasar de un lado a otro de la vía ante los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que se han visto incapaces de regular la circulación.

Los empleados han utilizado todo tipo de artilugios para la cacerolada, como botes vacíos, tapas de sartén y cacharros de cocina. También lucían vistosos silbatos que no han dejado de sonar durante los 40 minutos que ha durado la protesta. Muchos de ellos llevaban carteles impresos con lemas como “Tirarle una piedra la presidenta, ¿sería un canto a la Esperanza?” o “0,0 esos son nuestros recortes en Justicia”.

Los trabajadores han bajado por las escaleras haciendo sonar los artilugios por las escaleras, lo que ha causado un gran estruendo. En los juzgados de la plaza de Castilla, se han cortado dos carriles del paseo de la Castellana. Las protestas se han repetido en Alcorcón, Coslada, Parla, El Escorial, Colmenar Viejo, Fuenlabrada y Alcalá, entre otros puntos de la región. También lucían pancartas como “Espe, no soy recortable”. “Nos han mandado cuatro coches patrulla, más que a los delincuentes”, protestaba uno de los manifestantes en el municipio fuenlabreño.

A la Audiencia Provincial ha llegado una furgoneta de la Unidad de Intervención Policial (UIP, los antidisturbios), cuyos agentes no han actuado al comprobar la actitud pacífica de los funcionarios. Muchos conductores se han molestado por los problemas de tráfico que ha producido la concentración. Algunos se han visto a dar marcha atrás y salir en dirección contrario, por órdenes de la Policía Municipal.

Los trabajadores se han mostrado indignados por los recortes, sobre todo, en esta situación de crisis y han pedido al Gobierno regional que adopte otro tipo de medidas que no afecten a sus sueldos.