El presidente venezolano ha sacado el ejército a la calle, pero no para reprimir protestas o vigilar un estado de sitio, sino para "combatir" la especulación en los comercios y supermercados. Especulación desatada con la devaluación de un 60% del bolívar, la moneda nacional.
Sin estar en guerra, la presencia de soldados en las tiendas, en funciones distintas a las de su formación y naturaleza, contrasta con la de consumidores nerviosos que continúan con su fiebre compradora de productos y aparatos eléctricos desde el sábado pasado, antes de que suban los precios por la depreciación del bolí...