Hace más de un siglo, en 1904, Chicago renunció a organizar los Juegos Olímpicos al cedérselos a San Luis, para hacer coincidir en la misma ciudad la celebración de la Exposición Universal y los Juegos. Después de aquella ocasión fallida, la ciudad de Chicago no está dispuesta a dejar pasar su oportunidad de nuevo y es una de las más firmes competidoras de Madrid en la lucha por albergar los Juegos en 2016.
Más allá de las características técnicas y económicas de la candidatura, Chicago cuenta con una gran baza a su favor: Barack Obama, el presidente de Estados Unidos. No en vano, fue senador...