Algo cambió en el Real en los últimos días. No fue la táctica ni los hombres utilizados para ello (ante el Levante jugaron los mismos que ante el Deportivo y aquello no funcionó), ni tampoco el hecho de que ante el Español se jugase con un trivote (Lass, Alonso y Khedira) porque se ganó 3-0, si bien la sensación fue mala.
La diferencia está en dos asuntos fundamentales: mayor intensidad en la presión y, sobre todo, menos conducción individual y mucha más combinación colectiva. Es decir, tocar de primera y, más que nada, moverse sin balón. En el primer aspecto, el de la presión, la diferencia ...