Sin Mundial y sin Eurocopa, el verano pertenece a los agentes del fútbol. Es propiedad de un grupo de intermediarios que han desarrollado intangibles, virtudes no computables en hojas de excel: habilidad, simpatía, sentido comercial, contactos... En España operan más de mil representantes de futbolistas, aunque en la asociación española que agrupa a este gremio sólo se han inscrito 170 profesionales. Ellos son el poder en la sombra. En una rueda de reconocimiento, habría pocas posibilidades de distinguir a Jorge Mendes de Manuel García Quilón. Y menos aún de averiguar quién es Reza Fazeli o Eu...