«Es escandaloso que se ahorre en el sueldo de la asistenta»
08 de diciembre de 2010 (08:51 h.)
En la locura que es presentar un libro, halla un oasis de paz en la habitación del hotel. Ella, tumbada en la cama, y yo, a sus pies, parece que le fuera a tomar el pulso a sus palabras. Perdone que no la tutee, le digo, y gracias por su paciencia.
-Soy yo la que debo darle las gracias por el favor que me hace al hablar de mi libro.
-En realidad, he venido a que me hable de lo que se debe -y no- hacer para una buena convivencia.
-Qué compromiso.
-Repasemos los pequeños delitos abominables que impiden la paz de cada día. ¿Cuál aborrece más?
-El no reaccionar ante el sufrimiento de los ot...