El alcalde de Parla,
José María Fraile, permanecía aun a la medianoche
encerrado en la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, en protesta por la
interrupción del servicio del tranvía, un medio de transporte con 15.000 viajeros al día paralizado por las deudas. Fraile pide a Esperanza Aguirre que mediante una subvención le ayude a refinanciar el impago pero la presidenta regional por el momento no está dispuesta. La consecuencia es que tiene a un alcalde, de chaqueta y corbata, atrincherado a oscuras en el patio de su sede. "De aquí no me muevo hasta que el tranvía esté rodando de nuevo", repetía una y otra vez.