El estudiante de derecho vienés Max Schrems, de 24 años, encontró 1.222 páginas en Facebook, alojadas en un CD, con datos personales divididos en 57 categorías, como aficiones, gustos, opiniones religiosas, y un largo etcétera, que lo dejó helado. Entre los datos, acumulados durante sus tres años en la red social, le alarmó que aparecieran informaciones y conversaciones que había borrado, pero que Facebook no eliminó definitivamente, las siguió conservando en sus archivos digitales.