El fotógrafo de la Cruz Roja

En Kabul no hay fotomatones, esas cabinas con cortina sucia donde el interesado en retratarse simula expresiones de una seriedad insólita (los pasaportes siempre provocan una tentación de eternidad). En Kabul, en realidad, no hay nada: es una ciudad a medio destruir en espera de que alguna guerra nueva, o la misma con otro collar, termine el trabajo del picapedrero.



Posted originally: 2009-11-06 23:21:00