La historia militar suele dedicar bastante más atención a los generales que avanzan, en comparación a los que se retiran. Aunque una excepción puede ser Heidi Brown. Durante la invasión de Irak en el 2003, esta graduada de West Point y especialista en artillería se convirtió en la primera mujer del Pentágono al mando de una brigada de combate. Seis años después, tiene una nueva misión no menos relevante: coreografiar la masiva retirada de tropas y material comprometida por la Administración Obama.
En términos logísticos, el nuevo objetivo de la general Brown es una pesadilla no vista desde la...