Grafitis, la guerra de nunca acabar

En las fachadas, sobre los cierres metálicos de los comercios, cubriendo el mobiliario urbano, encima de los bancos, sobre los cristales de los establecimientos, en las farolas... Un paseo por Madrid permite apreciar un amplio muestrario de grafitis, firmas o garabatos de todos los colores, formas, tamaños y estilos. Lo que para unos es producto de la falta de educación y de civismo, y para otros una expresión artística callejera, le cuesta a los madrileños la friolera de 9 millones de euros al año en limpiezas específicas. La concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, lo tuvo claro desde que ll...


Posted originally: 2011-10-30 06:52:57