Harry Patch, la última memoria de las trincheras

Ya no queda nadie que recuerde el infierno de sangre y fango que se vivió en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. El británico Harry Patch, el único soldado que quedaba vivo del frente occidental murió ayer a los 111 años en la residencia de Wells (Somerset, al suroeste de Inglaterra) donde residía. Con él se extingue la memoria de uno de los episodios más terribles de la historia de la humanidad, el horror sin precedentes de millones de hombres recluidos en agujeros y empantanados en una guerra de posiciones en el fuego cruzado del frío, las balas y las enfermedades.



Posted originally: 2009-07-26 05:45:00