Hemingway salta al ruedo

Fue, de repente, el último verano del escritor que amaba el béisbol, el boxeo, las cacerías africanas y, sobre todo, los toros. El 30 de mayo de 1959 Hemingway trasegaba vasos de vino en la plaza de Aranjuez mientras admiraba la faena de su amigo Antonio Ordóñez. El torero sufre una cornada leve y es sacado de la plaza portando en la mano derecha el rabo y las orejas del toro. El escritor apremia a Aaron E. Hotchner, su fotógrafo con funciones de secretario, para que vayan a la enfermería a asistir al diestro. Luego, Hemingway le acompañará en su convalecencia en la finca malagueña de Bill Dav...


Posted originally: 2011-05-30 08:45:51