Un hombre, cinco votos


Un hombre, cinco votos
Quien me lee mínimamente sabe que me encantan los sistemas electorales, jugar con los resultados según el método que se aplique y formular hipótesis más o menos disparatadas sobre el comportamiento electoral. Hoy Javier Majan hace su propuesta de nuevo sistema electoral, que es una de las muchas claves y reivindicaciones de las manifestaciones, concentraciones [...]

Quien me lee mínimamente sabe que me encantan los sistemas electorales, jugar con los resultados según el método que se aplique y formular hipótesis más o menos disparatadas sobre el comportamiento electoral.

Hoy Javier Majan hace su propuesta de nuevo sistema electoral, que es una de las muchas claves y reivindicaciones de las manifestaciones, concentraciones y acampadas de esta semana.

Me gustó mucho un artículo de Ignacio Urquizu publicado hace unos días en El País en el que decía que la matización con el voto es muy difícil, esto es, que uno con un voto tiene que decidir muchas cosas que, en sí mismas, tienen muchas posibilidades.

Mi ida de olla consiste en que, en vez de que cada ciudadano tenga un voto dirigido a una candidatura, puede tener cinco votos que no tendrán que ir destinados a la misma candidatura. Es más, sería estupendo instalar cinco urnas diferentes, para que no haya que marcar en una sábana inmensa ni nada parecido. Un procedimiento sencillo que permitiría matizar el voto entre diferentes fuerzas o darle en bloque, según el nivel de convencimiento o de fidelidad de cada uno.

De todas formas que nadie se haga ilusiones. El amigo Camps conseguiría que millones de papeletas más vayan a las urnas con su nombre, mientras que la izquierda se fragmentaría más (lo cual no es necesariamente ni bueno ni malo aunque ayudaría a gente como Camps).


Filed under: Celtiberia, Elecciones, Política
Posted originally: 2011-05-19 09:00:11

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