48 soldados de la OTAN, de cinco nacionalidades diferentes, han muerto en Afganistán desde el 1 de julio. Este mes se ha convertido en el más sangriento para las fuerzas de la coalición desde que hace ocho años se derrocara del poder a los talibanes en el país centroasiático. Hasta ahora, el macabro record lo ostentaba agosto de 2008, cuando la coalición tuvo 46 bajas.